Pascual Borzelli recuerda su último encuentro con Octavio Bajonero

 

*Junto a José Ángel Leyva planeaba editar un libro que recogiera su vida y obra Por Juan Carlos Castellanos C. México, 18 Jul (Notimex).- Octavio Bajonero es uno de los más importantes exponentes de la xilografía en el país, fundador del Museo de la Muerte en Aguascalientes y dueño de una de las mayores colecciones […]


*Junto a José Ángel Leyva planeaba editar un libro que recogiera su vida y obra

Por Juan Carlos Castellanos C.

México, 18 Jul (Notimex).- Octavio Bajonero es uno de los más importantes exponentes de la xilografía en el país, fundador del Museo de la Muerte en Aguascalientes y dueño de una de las mayores colecciones facsimilares de códices, y sin embargo poco se le reconoce.

Así lo expresó anoche uno de sus amigos más cercanos, Pascual Borzelli, quien en entrevista exclusiva con Notimex recordó que su último encuentro fue el 18 de mayo, en el taller-estudio de su casa, por el rumbo de Observatorio en la Ciudad de México. “Hablamos de hacer un libro de crónica fotográfica sobre su obra de grabado y pintura”, dijo.

Ese sábado, durante poco más de siete horas, Bajonero y Borzelli junto a José Ángel Leyva, editor y amigo de ambos, vieron su obra y recorrieron sus códices, “porque Octavio es un gran coleccionista de ese tipo de documentos; quedamos de vernos en un mes para que me presentara las fotografías que ya tenía”, evocó con franca tristeza.

El mismo día, Borzelli y Leyva hicieron casi seis horas de videograbación, registro ahora de alto valor artístico y cultural en el que Bajonero habla de su paso por los distintos ambientes de la pintura y el grabado, con un énfasis especial en su quehacer y amplia obra de xilografía, “su gran especialidad durante años”.

También ese día tuvieron oportunidad de recordar, entre anécdotas y datos curiosos, el día en que Bajonero y Borzelli se conocieron. “Fue hace 15 años. Él vestía traje y su corbata tenía estampados de calaveras. Mencionamos la posibilidad de hacer los recorridos por el Museo de la Muerte, en Aguascalientes, que él fundo, y por el espacio que abrió en Charo”, señaló.

Le mandó fotos que le gustaron, y desde ese día estrecharon la comunicación, de por sí siempre buena, sobre todo por la gran amistad y confianza que tenía con José Ángel, editor, poeta y promotor cultural. “Ese día nos tomamos y le tomé muchas fotos en el jardín de su casa; probablemente sean las últimas que se le tomaron en vida a Octavio Bajonero Gil”.

Ahora, agregó, si José Ángel Leyva encuentra el impulso suficiente para continuar con el proyecto del libro, se continuará, “pues Octavio es un personaje muy importante en el arte nacional. Sin embargo, hoy me han llamado del INBA porque desean hacerle un homenaje, luego que tras su muerte fue cremado”, informó Borzelli.

Octavio Bajonero, quien nació el 8 de marzo de 1940, participó en casi un centenar de exposiciones colectivas tanto en México como en el extranjero, y en más de 60 de carácter individual.

Entre sus primeros reconocimientos, en 1968 obtuvo el Primer Premio de Grabado en el Tercer Concurso Nacional de Pintura, Grabado y Escultura, del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana, al que le le siguieron muchos más, debido a la calidad de su trabajo.

Entre ellos se encuentran el Premio de Adquisición del Instituto Nacional de Bellas Artes, para maestros de la Escuela Nacional de Pintura y Escultura “La Esmeralda” (1975), la Exposición Homenaje-Retrospectiva “Recuento de cuarenta años”, en Morelia (1999), y la Presea “José Tocaven, de La voz de Michoacán”, otorgada en la capital michoacana (2000).

Su obra está en colecciones del Museo de Arte Moderno de Santiago de Chile; el Museo de Arte Contemporáneo “Alfredo Zalce” de Morelia; el Museo Nacional de la Estampa de la Ciudad de México, el Museo de la Estampa de Toluca; en el Museo de Arte de la Ciudad de Reutlingen, en Alemania, y en el Museo Nacional de la Muerte, en Aguascalientes.

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NTX/JCC/AGO