Xantolo: Rituales para la muerte

Xantolo: Rituales para la muerte
Xantolo: Rituales para la muerte 

En la Huasteca se unen las tradiciones ancestrales de índigenas y españoles, nombrando a esta festividad Xantolo


Con flores, altares, danzas y comida típica, la Huasteca festejó su tradicional Xantolo, un festival que su principal objetivo es guiar a los muertos en su viaje para reunirse con sus familiares.

Con el repique de las campanas y el estruendo de los cohetes, se percibe el olor al copal que conduce, igual que el camino de flores, a las almas a través de los arcos en los rituales de vida y muerte, y la procesión de espíritus.

Al inicio del Xantolo llegaron los familiares y amigos que ya no están materialmente en el mundo terrenal, según reza la cosmogonía indígena. Para ello, cruzaron el arco, elaborado con palo sol, bola de fuego, flor de cempasúchil, palmilla y mano de león, que les permite regresar del Mictlán (tierra de muertos) al reencuentro con su familia.

El Xantolo (fusión de “Todos Santos” con “Fieles Difuntos”) es una de las festividades más importantes de la cultura Huasteca, incluso el finado sacerdote José Barón Larios investigador cultural, afirmaba que la gente le daba al Xantolo más importancia que a la Navidad.

Del 31 de octubre, cuando llegan los limbos (bebés que murieron) al 3 de noviembre –con la llegada del “ánima sola”– es el tiempo que se desarrolla esta festividad; pero valga apuntar que para algunas personas este periodo inicia desde la siembra del maíz, el 24 de julio (San Juan), sigue con la ofrenda a San Miguel Arcángel, el Xantolo propiamente dicho, y termina el día de San Andrés, el 30 de noviembre, con el destape de “los viejos” (danzantes que bailan con la cara cubierta).

El Xantolo es una fusión del Festum Ominium Sanctorum (latín), de la Iglesia Católica y el Mijkailuitl, que festejaban los antiguos nahuas –el ritual en honor a sus seres queridos que no están ya en este mundo material–, que por cierto algunos grupos todavía nombran así, incluso, en alguas comunidades nahuas del municipio de Naranjos-Amatlán, como en Galeana, los indígenas le llaman “Santoro”, y en lo más profundo de su significado su realización tiene que ver con que ya terminaron las cosechas.

Por su peculiar manera de celebrar a los muertos, de la que la tristeza no es parte, pero sí la música –que acompaña a “los viejos” a bailarle a los muertos con los llamados sones de costumbre– y la alegría de vivir, el Xantolo fue nombrado Patrimonio Oral Intangible de la Humanidad por parte de la UNESCO y también declarado así por el Congreso del estado de Hidalgo, en el caso de la fiesta que se celebra en ese estado.

Xantolo: Rituales para la muerte

En la Huasteca hidalguense, según la investigación del jaltocanense Sergio Felipe Amador, promotor cultural, el 1 de noviembre se ofrenda en el altar primero a los niños fallecidos con sopa, caldo de pollo (nada con picante), dulces, chocolate y pan, además se les pone algún juguete y se enciende copal.

Cuenta Lucía Revoreda, oriunda de Platón Sánchez, “Con mi abuela teníamos que moler el cacao para el chocolate, el nixtamal para tamales, así como el chile y adobo para los guisos, era mucha laborr”, recuerda.

Lo que puedas poner 

Al mediodía del 1 de noviembre, los muertos adultos son ofrendados con mole, adobo, pan, tamales, chocolate, cerveza, aguardiente y frutas. En esta fecha también son abarrotados los cementerios de todos los municipios huastecos con la gente que acude a convivir con sus difuntos. Ahí algunos comparten el pan y la sal, los bailes cuando llegan las cuadrillas de viejos después del recorrido por la población y hasta platican con ellos.

El día 2, del los fieles difuntos, dedicado a los adultos de la familia, los obligatorios son los de carne de puerco en salsa de chile ancho con, si se puede, ajonjolí, todos ellos envueltos en hoja de plátano, aunque en algunos lados de la sierra prefieren una hoja que llaman papatla.

El 3 de noviembre, en el día del ánima sola, se ponen veladoras y se ofrenda para esas personas que murieron sin tener algún familiar. Este año en el centro ceremonial de Huejutla se colocaron 2016 velas.

RGH