Acusados denuncian tortura por estrategia

 

Retraso en suministros o retiro de privilegios es considerado como violación a derechos


Sara Irene Herrerías, titular de la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la PGR, informó que hay casos en que los imputados alegan tortura como una estrategia de defensa, aunque ahora con el nuevo sistema penal, la confesión de un hecho ilícito ya no es suficiente para iniciar un juicio.

Asimismo, las denuncias o amparos contra la tortura muchas veces se refieren a que se les retrasó el suministro de algún medicamento, o porque se les retiraron algunos privilegios – como la posesión un televisor—y que para los afectados y sus abogados son “tortura”.

La funcionaria explicó que muchas veces se utilizan los conceptos de tortura y violaciones a los derechos humanos y debido proceso como una estrategia, e incluso se han iniciado investigaciones cuando las personas se quejan de que no les han dado alguna medicina o porque se les ha retirado la televisión, y lo consideran tortura.

“Sí, creo que en algunos casos sí se utiliza como estrategia de defensa decir que hubo tortura, y siempre hablo cuando me llegan casos, que hay una víctima de secuestro, y el probable responsable dice que fue víctima de tortura.

“Tenemos que la Unidad de Tortura investiga la tortura, debemos ser serios y llegar hasta sus últimas consecuencias; sin embargo, si los elementos probatorios demuestran que esta persona no fue la confesión la que la incrimina como secuestradora, sino que hay más elementos, esta persona también tiene que cumplir.

“Entonces, en ese sentido sí creo que se ha utilizado esta palabra (tortura y violación a los derechos humanos) para una situación de defensa”, comentó la funcionaria.

Explicó que en la Unidad de Delitos Contra la Tortura, que depende de la Subprocuraduría de Delitos Federales, se han enfrentado a este problema donde se da vista a las autoridades correspondientes por personas que consideran que se han violentado sus derechos.

Aunque aplicar un reglamento interno no es propiamente una tortura, pero aun así se da vista al Ministerio Público y entonces se tiene que investigar, refirió.

“Nosotros tenemos en PGR, y se está haciendo una campaña interna de –no a la tortura–, de capacitación y sensibilización a nuestras policías y Ministerios Públicos”.

FRASE En algunos casos sí se utiliza como estrategia de defensa decir que hubo tortura, y siempre hablo cuando me llegan casos, que hay una víctima de secuestro y el probable responsable dice que fue víctima de tortura”.

Sara Irene Herrerías, subprocuradora de la PGR