Angustia y cansancio viven familiares de heridos
Lágrimas, desvelo, cansancio, desesperación e incertidumbre son las principales causas por las que pasan los familiares que tienen a algún pariente hospitalizado en la benemérita institución, debido a que su vivienda se vino abajo y quedaron debajo de los escombros, pero rescatados con vida.
Tal es el caso de la señora Mónica Chávez Santiago, quien molesta porque han pasado 24 horas y los médicos de la Cruz Roja no le han informado sobre el estado que guarda su esposo.
Explicó que su esposo estaba bajando unos muebles de un edificio cuando inicio el temblor del pasado 19 de septiembre, ya no alcanzó a bajar los dos pisos, porque el edificio se derrumbó y quedo bajo los escombros. Pero afortunadamente, dijo, salvó la vida, lo rescataron y de inmediato lo trasladaron a la Cruz Roja de Polanco.
“Soy Mónica Chávez Santiago, esta mi esposo, estaba trabajando en una mudanza, cuando estuvo el temblor, es mi esposo, lo que pasa es que estaba bajando unos muebles de un segundo piso y al empezar a bajar los últimos muebles, empezó el temblor, ya no le dio tiempo de salir, cuando intento salir, el edificio se empezó a derrumbar”, subrayó.
La señora Mónica dijo que le da las gracias a dios, porque su esposo salvo la vida milagrosamente, aunque llegó en estado inconsciente a la Cruz Roja, los médicos lo operaron de inmediato y lograron salvarle las piernas, pero, dijo “No sé nada de mi esposo, no me han informado nada, estoy desesperada”.
En las mismas circunstancias se encuentra la señora Liliana Terreros, quien explicó que su hermana Reyna Isabel Terreros Benegas quedó atrapada durante el temblor en un edificio de cinco pisos de la avenida Álvaro Obregón, pero que gracias a la oportuna intervención de vecinos logró salir del inmueble que se vino abajo totalmente.
“Esperando a mi hermana, ella se llama Isabel Terreros Benegas, es por el temblor, ella quedó atrapada en el derrumbe del edificio de Álvaro Obregón”
La hermana de la víctima del terremoto del pasado 19 de septiembre, detalló que “gracias a dios, aparentemente, mi hermana no es de las delicadas, pues hasta el momento no le han podido hacer todos los estudios, porque le están dando preferencia a otras personas que llegaron graves”.
Liliana Terreros dijo que su hermana de 47 años de edad, vive en su casa por la zona de Xochimilco, es contadora y trabajaba precisamente en ese edificio de Álvaro Obregón que se derrumbó, provocándole heridas en la cabeza, cortaduras en su cuerpo, y fractura de tibia y peroné.
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