Apoyan 100 artistas causas feministas

 

Nasty Women México "es una respuesta" de mujeres activistas y artistas


Por primera vez llegó a México el movimiento Nasty Women, convirtiendo así a nuestro país en el primero en Latinoamérica en ser sede de este movimiento nacido en Estados Unidos, y que mediante la colaboración de diversas artistas quienes donan su obras, se busca la recaudación de fondos para apoyar instituciones que apoyen los derechos femeninos.
Si bien esta iniciativa surgió en respuesta al insulto que emitió Donald Trump contra la candidata Hillary Clinton durante el tercer debate, en México la población femenina se enfrenta con feminicidios, violaciones, situaciones laborales denigrantes, o al peligro que representa el salir a la calle, por ello Nasty Women México “es una respuesta” de mujeres activistas y artistas, aseguró Yunuen Díaz, impulsora de la jornada en México.
“Como mujeres debemos unirnos, conocernos, apoyar a nuestras compañeras de las asociaciones civiles que ya están trabajando por los derechos de las mujeres y empoderarnos, esa es la razón por la cual decidimos hacer esta exposición acompañada de conversatorios reflexivos y performans. Este conjunto de cosas, es nuestra manera de enfrentar la situación que vivimos en México” detalló Díaz en entrevista para Capital Media.
De más de 100 obras de artistas mexicanas y algunas de ciudades como Amsterdam, se compuso la exposición montada en el Museo Memoria y Tolerancia, y que busca recaudar fondos para apoyar a Comunicación e Información de la mujer (CIMAC) y a la Red por los derechos sexuales y reproductivos en México.
La también escritora, aseveró que este movimiento sirvió para hacer visible la lucha que cada nación mantiene por lo derechos de las mujeres “no es nada nuevo los derechos de las mujeres, lo que nos permite hacer este women, es quizá, hacerlo visible y mostrar que somos muchas y que somos de todo el mundo, y que estamos unidas apoyándonos unas a otras porque no queremos perder los derechos por los que nuestras madres, abuelas han luchado”.
Como parte de las actividades echas por este colectivo, a las afueras del museo una manta daba voz a las mujeres paseantes para que escribieran cómo se sienten de vivir en un país en donde se comenten siete feminicidios al día. Entre las respuestas se podían leer “impotente, insegura, vulnerable”. Karla decidió escribir: miedo; a sus 25 años,  este se convirtió en parte de la vida cotidiana “es como ponerte los zapatos cada mañana, por qué no sabes si te vas a topar con un loco de esos que violan o matan a las mujeres”, sentenció.