Cables de fibra óptima detectores de sismos

 

Un equipo de investigadores encontró una nueva manera de evaluar la actividad sísmica


Siempre es fundamental anticiparse lo más que se pueda a un sismo, y en este sentido, la tecnología juega un papel protagonista para evitar mayores problemas.

Sin embargo, los sistemas de detección de los movimiento telúricos resultan costosos y su uso no está extendido por todo el globo, con lo que la eficacia se ve limitada. Establecer una red de detectores de forma masiva en las zonas más afectadas por los terremotos puede parecer desmedido.

¿Y si se empleara una red ya instalada? Un equipo de investigadores encontró una nueva manera de evaluar la actividad sísmica, utilizando los cables de comunicaciones de fibra óptica que se colocan debajo de la tierra en todo el mundo para proporcionar servicios de internet y televisión.

De acuerdo con los investigadores, los terremotos podrían ser más fáciles de detectar con estos cables, pues son muy sensibles a los movimientos ya que durante su estudio descubrieron que registraron el tráfico local, sismos e incluso peatones que pasaban.

La actividad de los terremotos generalmente es monitoreada por los sismómetros, que son dispositivos cuidadosamente calibrados y costosos colocados en lugares sensibles, aunque avances recientes de detección de temblores incluyen aplicaciones para teléfonos inteligentes y hardware más asequible.

El equipo de investigación dirigido por Philippe Jousset, del Centro Alemán de Investigación GFZ para Geociencias, utilizó 15 kilómetros de cable de fibra óptica que se había instalado originalmente entre dos plantas de energía geotérmica en Islandia en 1994.

Un pulso láser enviado por una sola fibra del cable fue suficiente para determinar si había alguna perturbación a lo largo de su longitud y los investigadores lograron grabar cuando el suelo y, en consecuencia, el cable se estiró o comprimió.

En principio, “no sabíamos lo que podríamos registrar, pero pu- dimos detectar terremotos desde muy lejos”, afirmó Jousset, y refirió como ejemplo que captaron la señal de un fuerte terremoto en Indonesia.

El método, “casi tan bueno como un sismómetro”, utiliza un instrumento de lectura para el monitoreo, pero éste es muy costoso en la actualidad, por lo que los investigadores están trabajando en alternativas rentables.

Si estos instrumentos estuvieran disponibles, el mundo podría contar con redes sísmicas más asequibles y probablemente el método podría aplicarse a los sis- temas de alerta temprana de terremotos, hacerlos más refinados.

Ese tipo de redes sísmicas, que ya están activas en países como Japón y México, actúan para advertir a la población local cuando comienza un terremoto.

Para una advertencia temprana, no necesariamente se necesita información muy precisa, sólo que se están produciendo movimientos de tierra grandes en un área, afirmaron los investigadores.

“Hay miles de kilómetros de cables que ya cruzan las ciudades. Por lo tanto, si podemos acceder a estos cables y descubrir cómo interpretar los datos con precisión, entonces hay un potencial muy interesante en las redes de sensores muy densas”, destacó Jousset, del centro de investigaciones.

CÓMO FUNCIONA

Para usar un cable de telecomunicaciones como un sensor sísmico, los investigadores deben:

1. Disparar una luz láser desde un extremo del cable

2. Monitorear su salida por el otro extremo

3. Cuando una onda sísmica mueva el cable, la luz del láser se distorsionará

PRECISOS

La sensibilidad del método aplicado es tal, que llegaron a detectar desde Islandia un potente terremoto ocurrido en Indonesia a comienzos de año.

PARA QUÉ SIRVEN

Mediante estos cables los países están interconectados entre sí a través de las decenas de cables submarinos que descansan en los fondos de mares y océanos. Gracias a estos dispositivos es posible tener Internet y otros servicios.

HISTORIA

En 1954 inicio la instalación del primer cable submarino con la intención de conectar América con Europa. Bajo el nombre de Cable Transatlántico Telegráfico, su instalación terminó en 1966. El primer mensaje enviado a través de este cable fue un telegrama para la Reina Victoria de parte del presidente de los Estados Unidos.

PROTECCIÓN

Cuenta con un recubrimiento que le otorga un grosor importante con diversas capas que acolchan, impermeabilizan y protegen el cable.

1. En el interior tenemos el cable con las bras óptica, son ocho pares de fibras

2. La segunda capa es vaselina, para proteger del agua, llamado Petroleum jelly

3. En tercer lugar, esta un tubo de cobre o aluminio

4. La cuarta capa es un recubrimiento de policarbonato

5. Le sigue otra barrera de aluminio resistente al agua

6. Cables trenzados de acero son la siguiente capa

7. La sexta capa es una cinta tipo Mylar

8. Finalmente una capa de Polietileno cubre todo el cable