Catedral de la Inmaculada Concepción en Puebla

 

La catedral de la Inmaculada Concepción, de la ciudad de Puebla de los Ángeles, se consagró en 1649, antes que la catedral primada de México, que fue consagrada cuatro años después.


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Por: Roberto O’Farrill Corona

Una de las más imponentes catedrales del continente americano, dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, de planta arquitectónica basilical de cinco naves, es la catedral de la ciudad de los Ángeles, Puebla. 

Su edificación comenzó en 1575 y se consagró 74 años después. Durante ese tiempo las obras se vieron suspendidas por 16 años, desde 1624 hasta la llegada del obispo Juan de Palafox y Mendoza en julio de 1640, quien pudo consagrarla el 18 de abril de 1649 aun antes de que concluyese la obra, sin las torres y con la fachada inconclusa.

Las dimensiones del terreno son las mismas que cualquier otra manzana de la ciudad: 120 por 80 metros. La catedral mide 97.67 metros de largo por 51 de ancho, en forma de cruz. Su orientación es la misma que la basílica de San Pedro del Vaticano, con la entrada principal hacia el poniente y el ábside hacia el oriente.

Sus dos grandes torres miden 70 metros de altura. La torre norte, que alberga las diez campanas, se concluyó en 1678, y la torre sur en 1768. La campana mayor, de nombre María, que pesa más de ocho toneladas, fue milagrosamente subida e instalada por los ángeles el día de la festividad de San Marcos del año 1732.

La fachada, de estilo renacentista, alberga tres magníficas portadas de ingreso que, con las otras en cada uno de los costados del edificio suman cinco accesos que son contenidos por la reja perimetral que comenzó a elaborarse en 1878.

Al interior, el conjunto de 34 pilares luce imponente por sus 14 colosales columnas dóricas estriadas de casi 15 metros de altura; seis pilastras, de la misma altitud, sostienen las bóvedas y los arcos de la nave superior; y 18 columnas empotradas en los muros laterales de casi diez metros de alto, sustentan las bóvedas de las naves inferiores. Todos los pilares, de cantera gris y labrados con estricta precisión, sostienen las cuarenta bóvedas y las dos cúpulas.

La cúpula del crucero central, que mide 43 metros desde el piso hasta su linternilla, ha sido decorada con los arcángeles Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel. Una segunda cúpula, de menor tamaño, impregna de luz el retalblo del altar de los Reyes 

El Ciprés, de 1819, de 17.5 metros, obra de Manuel Tolsá, contiene la figura en bronce de la Inmaculada Concepción, de dos metros de altura y una tonelada de peso. Este ciprés está colocado sobre un pedestal de cantería de 2.61 metros de alto en cuadro y se asienta en una planta circular. El primer cuerpo se compone de 16 columnas estriadas de 5.66 metros de alto agrupadas por cuatro en cada ángulo que encierran a los doctores de la iglesia elaborados en estuco blanco: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo.

El formidable conjunto catedralicio esta conformado por diversos espacios: Altar de los Reyes Católicos, Altar Mayor con el Ciprés, Coro y órganos, Capilla del Apóstol Santiago, Capilla de San Pedro, Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, Capilla del Sagrado Corazón de María, Capilla de la Inmaculada Concepción, Capilla del Señor de la Preciosa Sangre, Capilla de San Nicolás De Bari, Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, Capilla del Sagrado Corazón de Jesús, Capillas de las Santas Reliquias, Capilla de San Juan Nepomuceno, Capilla del Señor de la Columna, Capilla de la Virgen de Ocotlán, Capilla de Nuestra Señora de la Soledad, Sagrario, Sacristía, Sala de los Gobelinos, Sala Capitular, Salón del Cabildo Catedralicio, Archivo y Capilla del Espíritu Santo. El piso de todo el recinto es de cuadros de mármol de colores rojo y negro alternados.

La serie de cuadros que decoran el Viacrucis a lo largo de las naves, de exquisita factura, son obra del ilustre pintor oaxaqueño Miguel Cabrera (1695-1768). 

El Coro, al centro de la nave principal, se abre con dirección al Altar Mayor tras una gran reja de manufactura poblana del siglo XVII del maestro Juan Mateo de la Cruz que remata con el Calvario en marfil y en los colaterales, los campaniles. La sillería, de marquetería poblana elaborada con maderas finas, hueso y marfil, está compuesta por 52 sitiales en dos filas que miran al gran facistol que sostiene los libros del coro.

Esta majestuosa catedral es iluminada por sus 124 ventanas, de las que 27 son redondas, y que contienen un total de 2,215 vidrios procedentes del año 1664.

La catedral de la Inmaculada Concepción, de la ciudad de Puebla de los Ángeles, se consagró en 1649, antes que la catedral primada de México, que fue consagrada cuatro años después.