¡Culpable!

El actor y comediante Bill Cosby, de 80 años, quien durante décadas representó en su programa de televisión el personaje del papá ideal de la familia estadounidense, fue hallado culpable de drogar y agredir sexualmente en su casa, hace 14 años, a Andrea Constand, de 45 años.

De esta forma, el veredicto del jurado del condado de Montgomery en Pensilvania, que se decidió en su segundo día de deliberaciones, proporciona cierta satisfacción a las docenas de mujeres que han acusado a la estrella de televisión de drogarlas para acosarlas y mantener relaciones sexuales con ellas.

Los tres cargos de los que le han encontrado culpable, considerados delito, son penetración sin consentimiento; penetración mientras la víctima estaba inconsciente y, penetración después de administración de una sustancia que causa embriaguez.

A la espera de la sentencia del juez Steven T. O’Neill, Cosby se puede enfrentar a pasar 30 años en la cárcel, debido a que cada cargo se puede castigar con hasta 10 años en una prisión estatal. Esto plantea la posibilidad de que el gran actor pueda morir tras las rejas.

De momento, Cosby permanecerá en libertad bajo fianza de un millón de dólares hasta que se conozca la decisión del juez sobre su futuro. El abogado defensor, Tom Mesereau, anunció a la salida del tribunal, que su cliente planea apelar, debido a su edad y su servicio prestado a la comunidad.

Por su parte, el fiscal Kevin Steele, se prepara para argumentar ante el juez el daño que ha provocado en sus víctimas durante décadas de abuso.

Cosby, que había esperado que no se encuadrasen sus actos dentro del movimiento #MeToo, creado en redes sociales a partir del escándalo por abusos sexuales del productor Harvey Weinstein, se recostó pensativo en la silla en la sala del tribunal después de escuchar la decisión del jurado del caso.

Después, se levantó de su asiento y empezó a gritar a los miembros del jurado, a los que insultó. También, tuvo palabras para el fiscal, Kevin Steele, que intentó revocar su libertad bajo fianza: “Estoy harto de él”.

Mientras, algunas de las mujeres que le habían acusado de abuso sexuial estallaron de felicidad. A otras, se le saltaron las lágrimas. Algunas se quedaron mirando al frente en la sala del tribunal del juez Steven T. O’Neill, que felicitó a los miembros del jurado. “Han sacrificado ustedes mucho. Pero, lo han hecho en nombre del servicio público”, reconoció el juez.