Frente

 

No representan ningún avance democrático


Estoy entre quienes no lo consideraban posible. Debo reconocer entonces la habilidad de sus constructores. El Frente integrado por el PAN, PRD y MC puede avanzar electoralmente, a pesar de las diferencias ideológicas y programáticas de sus componentes. No es un asunto menor en el México de los enconos y las exacerbadas diferencias.

Cabe reflexionar, sin embargo, si es un triunfo de la democracia o lo es de sus líderes, atentos más a su interés y no a las múltiples bondades de una alianza política real.

No es una coalición para gobernar, esto debe tenerse presente. No hay un programa común que tome lo mejor de cada una de las organizaciones agrupadas, eso hubiera sido bueno. Es, en realidad, un reparto concertado de los cargos sujetos a elección, donde el gran ganador es Ricardo Anaya y el perdedor más visible es Miguel Ángel Mancera, a quien solo le queda reclamar la presunta paternidad del Frente, pues se quedó sin nada, a pesar de las muy desdibujadas “ganancias” para su grupo cercano.

No me gustan, pues no representan ningún avance democrático, las cuotas pagadas para lograr el acuerdo. Otorgan a personas o grupos internos de poder, la capacidad de definir candidaturas a diputados, senadores y, en algún caso, a gobernadores. Ante esto cabe preguntar ¿y los militantes?, ¿y el electorado? A éste apenas se le concibe como el validador, con el tesoro de su voto, de las cuentas asignadas por las jerarquías partidistas, veremos cuál es la respuesta de la ciudadanía.

En esta misma semana iniciará el bombardeo de la propaganda electoral en un país sumido en la pobreza y en el cual, como bien lo señala Eduardo Huchim en Reforma, se destina más dinero al gasto comicial que a la reconstrucción de los daños causados por el sismo.

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