Genocidio femenino

 

Todas ellas ahora están en peligro y son susceptibles de ser asesinadas


No es verdad que en la historia y en la civilización mexicana nunca hayamos sido un país de machos y machistas.

Es verdad que la mayoría de los dioses que mandaban casi siempre eran hombres con o sin cruz.

Pero también es verdad que las mujeres como en todas partes del mundo, han tenido un peso definitivo en nuestra sociedad.

Éramos el país de la Malinche como un referente, pero en este momento somos otra cosa, somos el país donde matar mujeres no sólo es un deporte nacional, sino que es una muestra del completo fracaso del Estado mexicano.

Yo no sé si cuando las distintas autoridades federales o el muy impulsivo gobernador de Chihuahua, Javier Corral, intentan conciliar el sueño se les aparecen las muertas de Juárez, porque ellas y la niña secuestrada, violada y asesinada en la combi de Nezahualcóyotl son lo mismo, ponen de manifiesto una actitud de dejarlo pasar y asumir que la provocación femenina en sí justifica la agresión.

Y es que, si no tenemos elementos de seguridad para evitar que nos maten mientras nos asaltan, ¿cómo vamos a tener gente para evitar que las maten cuando muchos aseguran que ellas provocan el deseo?

Eso es terrible, es un problema que se desborda y que espero que el gobernador electo del Edomex, Alfredo del Mazo, que al parecer ha tenido mucho éxito entre las mujeres, sepa que va a empezar a gobernar un estado donde será difícil saber cuál será la siguiente muerta que lo inunde todo.

Como país tocamos fondo y no sólo por el respeto que se debe entre los sexos, sino porque la agresión contra la vida es doblemente grave en un país como el nuestro donde el mayor insulto consiste en mentarnos la madre, sobre todo porque una de las pocas cosas que siguen manteniendo la coherencia social es el sentido de la responsabilidad de las madres solteras.

Bueno, pues todas ellas ahora están en peligro y son susceptibles de ser violadas, asesinadas y desaparecidas sin que nunca nadie en ningún lugar, ya sea Ciudad Juárez, Nezahualcóyotl o Ecatepec; quiera entender que es una epidemia superior a cualquier otra que hemos vivido.

Pero además lo que asombra es que todavía los machos mexicanos podamos tener tranquilidad en nuestras casas, sin que ninguno hagamos algo al respecto.

Y cuando digo eso no me refiero a grandes declaraciones, ni leyes que no cumpliremos, sino que el padre de la niña que iba en la combi, pedaleando desesperado con su bicicleta tratando de alcanzar a su hija, es la imagen que ahora está en la mente de todos los padres al pensar qué haremos cuando sea nuestra hija y tengamos que defenderla con un arma en las manos.

Twitter @antonio_navalon