Phubbing en confesionario es acto gravísimo: Vaticano

 

Vaticano condena a sacerdotes que usan celulares y tabletas mientras confiesan


La más alta autoridad del Vaticano en materia penitencial, el cardenal Mauro Piacenza, calificó ayer como “acto gravísimo” que los sacerdotes utilicen celulares, tabletas o cualquier otro aparato tecnológico mientras están en el confesionario.

Con estas palabras, el penitenciario mayor de la Santa Sede se refirió a una costumbre que, dijo, cada vez está más difundida entre los clérigos, durante la conferencia inaugural de un curso sobre “fuero interno” que inició ayer en el Palacio de la Cancillería de Roma.

“No es raro, desgraciadamente, recibir quejas de fieles escandalizados por la distracción del confesor, que no presta atención a sus palabras o, incluso, está haciendo otra cosa durante el diálogo”, indicó.

Esta práctica es conocida como phubbing, como contracción de los vocablos anglos phone (teléfono) y snubbing (la acción de ignorar o no poner atención al otro).

“Bajo este aspecto, se me permita una sola indicación, que vale para todos: no se entra al confesionario con el celular encendido, ni mucho menos se usa durante los coloquios sacramentales”, añadió.

El purpurado advirtió que la confesión debe ser un momento de escucha y de encuentro, un “auténtico espacio de libertad” donde los fieles, especialmente los jóvenes, vean satisfechas sus “necesidades múltiples y universales”.

Por otra parte, constató que antes la gente se confesaba por costumbre, pero en la actualidad “no hay nada que culturalmente invite a la reconciliación sacramental”.

Tecnología y fe

Del 8 al 11 de marzo se llevará a cabo en la Santa Sede el primer “hackatón” de la nación, que llevará por título VHacks.

El evento reunirá a 120 jóvenes de todo el mundo para encontrar soluciones innovadoras a diferentes problemáticas sociales presentes en el mundo.

El objetivo, según las autoridades eclesiásticas, es “cambiar el mundo –o al menos intentarlo–“, mediante el uso de la tecnología, para lo cual, reunirán a programadores y estudiantes con diferentes perfiles académicos, para formar grupos multidisciplinarios y colaborativos.

Los tres ejes del evento serán: inclusión social, diálogo interreligioso, migrantes y refugiados.

Los ganadores serán premiados el 11 de marzo por un pánel de jueces de diferentes compañías tecnológicas e instituciones del Vaticano.

Los criterios para la selección tomarán en cuenta la creatividad, la innovación tecnológica, la relevancia, el potencial impacto y la posibilidad de llevar a cabo la iniciativa.

“El Vaticano tiene una larga tradición con la ciencia y la tecnología. A veces fue difícil, como con Galileo. Pero la Iglesia reconsideró esa postura más adelante. De todos modos, el ‘hackatón’ es uno de los puntos clave para construir un nuevo paso en esta tradición”, declaró el sacerdote Eric Salobir, fundador de Optics, un think tank que participa en la organización del evento.