Plaza Artz, del estruendo de los balazos al silencio

Por Mariangel Calderón

México, 25 Jul (Notimex).- A diferencia de la tarde de ayer, con intensa movilización policiaca y gente que se replegaba en distintos comercios, este jueves la Plaza Artz Pedregal luce semidesierta, y solo algunas personas acudieron para hacer algunas compras.

Del ruido generado por las sirenas de patrullas y los dispositivos policiacos, el ambiente es totalmente diferente en el centro comercial; ahora se escucha a Bob Marley cantando “I  want to love you, and treat you right”… “Is this love, is this love”.

Julián solo oyó tres balazos y se replegó en la parte superior del inmueble. Es uno de los responsables de la seguridad que vivió la balacera en la que hubo dos muertos y un policía herido.

En el interior, hoy, los elementos de seguridad lugar observan con detenimiento a quienes llegan; los siguen y en algunos casos, a quien no aparenta ser un comprador o visitante habitual, incluso le preguntan porqué acude al lugar. Incluso, a Julián le llamaron la atención luego de que accedió a platicar sobre la balacera.

Poco después del mediodía, peritos de la Procuraduría capitalina arribaron al lugar, donde solo se observan algunos elementos de la policía y de seguridad de la plaza, quienes con radio en mano dieron seguimiento al recorrido realizado por Notimex.

Ni el personal de limpieza quiere hablar. Una de las mujeres que limpiaba los relucientes aparadores de la plaza, que no ha parado de ser escenario de tragedias, dejó su trapo para explicar que no pueden decir nada, y que para su fortuna la balacera sucedió cuando había acabado su turno; “Si me hubiera tocado acá, no me salgo nunca”.

La Plaza Artz Pedregal es la misma en la que en julio de 2018 se derrumbó un cantilever o voladizo que aunque no provocó víctimas, fue la causa de que se suspendieran las obras y de su cierre temporal. Un año después, vive su segunda tragedia, con la balacera en la que murieron dos israelíes.

Herméticos y un tanto hostiles, los elementos de seguridad del interior del centro comercial llaman la atención a quienes intentan sacar el teléfono para tomar alguna fotografía o video, e incluso hay comentarios de que a algunos reporteros los han querido obligar a borrar lo que han grabado.

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