Recibimiento de personal sanitario a la primera ministra belga

 

Formaron un pasillo humano para darle la bienvenida en su visita de ayer al hospital Saint-Pierre en Bruselas y mientras entraban en el recinto sus coches oficiales, enfermeros y doctores le daban la espalda.


La gestión de la pandemia está poniendo a prueba a los gobiernos de casi todo el mundo, y Pedro Sánchez no es el único cuyas decisiones comienzan a ser cuestionadas de una forma creciente.

A la primera ministra de Bélgica, la liberal Shopie Wilmès, el personal sanitario le hizo saber su descontento de una forma muy peculiar: Formaron un pasillo humano para darle la bienvenida en su visita de ayer al hospital Saint-Pierre en Bruselas y mientras entraban en el recinto sus coches oficiales, enfermeros y doctores le daban la espalda.

Las imágenes, de las que se han dado eco medios belgas como «Le Soir», demuestran una bienvenida gélida en la que habría participado un centenar de enfermeras, médicos, auxiliares de enferemería o personal de mantenimiento o limpieza según el sindicato CGSP.

Como señala «Le Soir», el sector ha mostrado su desacuerdo hacia los últimos decretos del ejecutivo belga, ya que consideran que están haciendo un gran de esfuerzo y que siempre han estado disponibles. En este sentido, llevan reclamando «una revalorización de la profesión» desde hace meses.

La liberal Shopie Wilmês accedió al cargo sorpresivamente el pasado mes de octubre, cuando su antecesor Charles Michel fue nombrado presidente del Consejo Europeo, y la pandemia le ha permitido estabilizar su gobierno de coalición.

Wilmès, que se reunión con el personal de este centro hospitalario de Bruselas durante 40 minutos, anunció que su visita buscaba transmitir «un mensaje de tranquilidad» y garantizó que las condiciones de la enfermería mejorarán tras la emergencia sanitaria, según «Le Soir».