Sexto Festival Folklórico invadirá la capital mexicana

 

Se llevará a cabo los días 26 y 30 de junio, así como 1, 2 y 3 de julio


Sones, jarabes, huapangos y polkas serán los protagonistas del Sexto Festival Folklórico Nacional de la Ciudad de México, que se llevará a cabo los días 26 y 30 de junio, así como 1, 2 y 3 de julio en diferentes recintos de la capital mexicana.

 

El Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” será el punto de arranque del encuentro que reunirá 14 agrupaciones de danza folklórica de la Ciudad de México y diversos estados del país, informaron los organizadores en un comunicado.

 

Adelantaron que se trata de una celebración llena de tradición, color y baile, que del Teatro de la Ciudad se trasladará, el jueves 30 de junio, al Centro Cultural Carranza Foro 1.

 

Las actividades del viernes 1 y sábado 2, se llevarán a cabo en el Teatro del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), mientras que el Teatro “Ángela Peralta”, donde se celebrará la clausura del Festival el domingo 3 de julio.

 

Destaca la participación del Ballet Folklórico Recreación, la Compañía Juvenil de Danza Floklórica Mexicana, el Ballet Folklórico Guijarro del Colegio Lake Forest, la Compañía de Música y Danza Tonalli Ámbar, la Compañía de Danza Folklórica Evolución Mexicana, el Grupo Folklórico Huateque de la UNAM.

 

También mostrarán su talento los ballets folklóricos de Naucalpan, Chihuahua, Hidalgo, Colombia y Estado de México.

 

“Cada grupo presentará un programa de un Estado diferente y si dos o más ballets provienen del mismo Estado, lo harán desde la perspectiva de diversas regiones”, declaró José Alfredo Martínez, organizador y director general del festival.

 

Recordó que el encuentro nació en 2010 por incitativa de Arturo Cueto, Coordinador del Festival Internacional de Folklor en Nuevo León, luego de notar que en la capital mexicana no existían festivales donde el floklor nacional fuera protagonista.

 

Desde sus inicios, el Festival permite que jóvenes nativos de las regiones origen de una danza compartan su visión con aquellos que forman parte de un conjunto capitalino, además de crear vínculos afectivos que los unen como comunidad.

 

“Cada uno tiene su propia concepción coreográfica, una visión diferente del trabajo escénico cotidiano, pero también nos nutrimos porque intercambiamos muchas ideas”, recalcó Martínez.

 

 

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