Tragedia a la italiana

No es cosa fácil aceptar que Italia, cuatro veces Campeón del Mundo, uno de los tres vértices del triángulo del Olimpo de los legendarios del futbol junto con Alemania y Brasil, no estará en el Mundial de Rusia 2018, su primera ausencia desde Suecia 1958.

Irónicamente, quien los echa es precisamente la selección de Suecia, la cual defiende con orgullo estilo vikingo su gol, el único anotado en estos dos trepidantes partidos, el anotado en Malmoe, Suecia, en el de ida, soportando con orden e impecable disciplina defensiva los ataques Italianos en el juego de vuelta en la “Catedral del calcio (Futbol) italiano”, el emblemático San Siro de Milán.

NO ES EL 80 POR CIENTO

Del tiempo de posesión que tuvo Italia a lo largo de este desesperante intento para llegar y anotar, de querer retar al árbitro a que marcara un penalti –que por cierto el silbante se come, pero para los dos lados–, es la irritante inoperancia de los Azzurri para marcar no en este, sino a lo largo de la eliminatoria; Italia está fuera porque ella misma se condena a la repesca, ya que perdió ante la renovada España que le da una lección, precisamente, de cómo renovar generaciones y líneas sin perder mucho sitio al inculcar jerarquía a sus nuevos valores. Italia se quedó atorada en su intento de que la camiseta “supliera las carencias”; Suecia los elimina y ya se escuchan gritos de excusas…

SÓLO NOS FALTÓ EL GOL

Esa muletilla tan sobada en nuestro medio, cierto, les faltó el gol, abrumaron a los suecos con casi 80 por ciento de posesión de pelota, con las llegadas por todos lados; sólo que Suecia anotó uno en dos partidos, Italia ninguno, y esto del futbol es de goles.

Italia se suma ahora a los grandes ausentes, Holanda y su futbol bipolar, Chile el bicampeón de América, como una prueba más de que las distancias en el futbol se van recortando… así de fácil.