Sin remedio contra el peligro

 

Atrapados entre el crimen organizado y una ciudadanía sin servicios médicos de calidad, ser doctor se ha convertido en una profesión cada vez más peligrosa. La violencia en el país y el escaso presupuesto invertido en salud han demeritado una figura de respeto convirtiéndola en un mero instrumento


Atrapados entre el crimen organizado y una ciudadanía sin servicios médicos de calidad, ser doctor se ha convertido en una profesión cada vez más peligrosa. La violencia en el país y el escaso presupuesto invertido en salud han demeritado una figura de respeto convirtiéndola en un mero instrumento