La policía de China detuvo a una mujer en el aeropuerto de la capital de ese país que intentaba contrabandear 102 iPhones, mismos que había adquirido de manera ilegal en Hong Kong.
El decomiso se realizó en un punto de revisión aduanal cuando, al momento de una revisión física, los agentes se percataron que la mujer tenía los dispositivos móviles pegados en el cuerpo.
Los teléfonos estaban por todas partes: en su espalda, piernas y hasta pecho.
Al final, autoridades informaron que el peso de los dispositivos sumaba 18 kilos y dijeron que el precio de la mercancía se calculaba en varios miles de dólares.
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