A 27 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio

 

Hijo de Luis Colosio Fernández y Armida Ofelia Murrieta García, quienes se establecieron en el actual estado de Sonora.


Fue un político y economista mexicano, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que se desempeñó como diputado, senador, presidente del partido y titular de la Secretaría de Desarrollo Social de México. Fue candidato a la presidencia de México por el PRI hasta su asesinato.

Ingresó al Partido Revolucionario Institucional en 1968, siendo elegido diputado en 1985 y posteriormente senador en 1988. Fue presidente nacional del PRI de 1988 a 1992. Durante su gestión, el PRI reconoció por primera vez una derrota en una elección de gobernador, en este caso la del estado de Baja California en 1989, siendo elegido Ernesto Ruffo Appel candidato del Partido Acción Nacional, como primer gobernador no priista.

El discurso pronunciado por Colosio frente al Monumento a la Revolución Mexicana, en la Ciudad de México, el 6 de marzo de 1994, en el aniversario del PRI, se considera como el rompimiento con el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari y una revaluación de la política neoliberal. El mensaje de Colosio habla de un México agraviado y en crisis, con hambre, con profundas diferencias sociales, pero con la esperanza de transformaciones. Aunque Salinas de Gortari estuvo de acuerdo con el contenido del discurso​, el periódico El Norte de Monterrey registraba las presiones hechas por el jefe de la oficina de la presidencia José María Córdoba Montoya, para que renunciara. 

Luis Donaldo Colosio Murrieta llegó el 23 de marzo de ese mismo año, alrededor de las 16:05, tiempo del Pacífico, al aeropuerto Abelardo L. Rodríguez de la ciudad de Tijuana, Baja California. .

El primer lugar a visitar sería la colonia popular Lomas Taurinas, uno de los muchos asentamientos irregulares en la ciudad de Tijuana. En una explanada en pendiente, sobre la calle La Punta, se colocó un templete improvisado, montado sobre una camioneta.

Alrededor de 4 mil personas se reunieron para ver al candidato en el denominado «Acto de Unidad»; participaron cuatro oradores locales antes de que Luis Donaldo Colosio cerrara el evento con su discurso.

A las 17:08, Colosio bajó del templete y se dirigió a pie a su camioneta rodeado por una reducida escolta personal.

A las 17:12 de la tarde, cuando Colosio había caminado unos trece metros y medio en la explanada, uno de los asistentes al mitin penetró el cerco de seguridad, puso un revólver Taurus calibre .38 cerca del oído derecho del candidato y disparó. Un segundo disparo alcanzó a Colosio en el abdomen, quien cayó al suelo inconsciente, sangrando de la cabeza. En medio de la confusión, el grupo de seguridad capturó a un hombre de unos 25 años, de complexión delgada, tez morena y pelo rizado, vestido con pantalón de mezclilla y una chamarra negra.

Elementos de seguridad levantaron a Colosio y lo llevaron hacia su camioneta. A las 17:20 el candidato ingresó inconsciente al área de Urgencias del Hospital General de Tijuana. Se «realizaron diversas maniobras encaminadas a tratar de salvar la vida del paciente, pero médica y clínicamente era imposible por la gravedad de la lesión en la cabeza. No obstante todos los esfuerzos humanos y médicos que se realizaron, falleció Luis Donaldo Colosio», a las 18:55 horas, del 23 de marzo de 1994.

El presunto autor de los disparos, identificado como Mario Aburto Martínez, de 22 años de edad, originario de Michoacán y radicado hacía ocho años en Tijuana, fue detenido inmediatamente por quienes rodeaban al candidato en el momento del atentado y fue puesto a disposición de las autoridades. Mario Aburto sería interrogado por Manlio Fabio Beltrones en la noche del asesinato. El Mario Aburto presentado a la prensa en los días posteriores lucía un corte de pelo militar, menos moreno, no tenía los hematomas sufridos el día del asesinato en la cara y aparentaba estar más obeso, lo que desencadenó una serie de rumores sobre la autenticidad y posible reposición del verdadero asesino.

Distintas versiones señalan la existencia de una conspiración de Estado,​ sin embargo, la versión oficial señala únicamente la participación de Mario Aburto en el homicidio.