El senador de Morena, Rafael Espino de la Peña advirtió que el agua, como un recurso vital finito y vulnerable, debe ser tratada con mayor frecuencia como un asunto de seguridad nacional, por lo que se requiere generar certidumbre jurídica y técnica en el manejo de los recursos hídricos y actividades asociadas a los mismos.
Explicó que gran parte de los problemas hídricos y energéticos que nos aquejan, inician por falta de mecanismos, metodologías adecuadas para la medición y de claridad en los términos normativos sobre los recursos naturales.
Espino de la Peña celebró que el Senado aprobará la reforma al artículo 3 de la Ley de Aguas Nacionales, que define con claridad el proceso de desalinización de agua de mar, así como los cambios al artículo 17 del mismo ordenamiento que regulan a las aguas desalinizadas.
Ello, enfatizó el senador por Morena, otorga mayor claridad a la actividad y también genera certidumbre a las inversiones que se llevan a cabo en diversos puntos del país.
“Contar con estos instrumentos es un primer paso indispensable para procurar el éxito de la gestión de los diversos proyectos hídricos, ya sean del Estado o concesionados”, expresó.
Además de analizar este tipo de procesos para hacer asequible el agua, consideró el senador de Morena, también se debe poner especial atención en la gestión integral de los recursos hídricos que realiza la Conagua, como autoridad técnica en nuestro país.
Recordó que a finales del año pasado presentó una iniciativa para modificar el párrafo quinto del artículo 27 constitucional, en materia de aguas en estado de vapor para la generación de energía eléctrica, que incluye a los yacimientos geotérmicos hidrotermales como fuentes de abastecimiento.
Así como ese proyecto constitucional pretende reconocer a las aguas en estado de vapor y los yacimientos geotérmicos hidrotermales como bienes nacionales de carácter estratégico, también quedan pendientes otros aspectos relevantes asociados a la gestión integrada de los recursos hídricos.
“El conocimiento de la ocurrencia del ciclo hidrológico, el comportamiento de acuíferos con intrusión marina, las aguas salobres, la programación hídrica, el caudal ecológico, la revisión hidrológica de cuerpos de agua superficial, el fortalecimiento de las redes de medición y otras asociadas con la seguridad hídrica”.
