Carlos Aguiar Retes: “En este inesperado y terrible año, la Virgen de Guadalupe visitará nuestras casas”

Durante la ceremonia eucarística, a puerta cerrada; en la que participaron Obispos y sacerdotes; el Arzobispo Primado pidió en oración por la salud de los miles de mexicanos contagiados y por el eterno descanso de los que han fallecido a causa del “COVID-19”.
Guillermo Espinosa Publicado el
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Durante la celebración de la “Misia Solemne” de medianoche, en honor de la Virgen de Guadalupe, el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, destacó que en esta ocasión por la Pandemia generada por el “COVID-19”, la Virgen Morena visitará cada una de las casas de los fieles.

“En este inesperado y terrible año, debido a la Pandemia, sabiendo que no hemos podido venir a visitarla, sin duda alguna ella se encaminará presurosa, y entrará a nuestras casas para que nosotros, como Isabel, quedemos llenos del Espíritu Santo, y convirtamos nuestro hogar en una casita sagrada, con la Presencia de nuestra querida madre, María de Guadalupe”.

Luego de las tradicionales, mañanitas, al celebrar la llamada “Misa de Gallo”, durante la homilia; el Cardenal Aguiar Retes; afirmó que:

“No podemos quedarnos de brazos cruzados, siendo meros espectadores en el mundo de hoy; estamos llamados a ser constructores de la sociedad que desea Nuestro Padre común, debemos superar los odios y violencias de todo tipo, y manifestar con claridad, que reconocemos la común dignidad de todo ser humano, buscando por ello el bien común por encima del bien personal, familiar, sectorial e incluso nacional, bienes legítimos que ciertamente disfrutaremos, si mantenemos como prioridad, edificar la civilización del amor”.

Dijo; que se puede afirmar con temor, que tal empresa supera nuestras fuerzas.

“Pero si asumimos las palabras de Isabel ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? También María, como buena Madre, que desea lo mejor a sus hijos, nos compartirá su experiencia, nos ayudará para que vivamos, siguiendo su ejemplo de aceptar ser conducidos por el Espíritu Santo, y lleguemos a exclamar con ella”:

“Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava”.

El jerarca de la iglesia Católica en México, señaló que debido a nuestra fragilidad humana nadie puede vivir su vocación aisladamente.

“Necesitamos compartir la experiencia de lo que se mueve en mi interior cuando escucho la Palabra de Dios, cuando veo la necesidad de mi prójimo, cuando percibo el dolor y sufrimiento en los enfermos, en lo que sufren injusticia, o en quienes son víctimas de un drama o de una tragedia”.

Dijo que hay que darle cauce a lo que surge como iniciativa en favor del necesitado, y descubrir a quienes comparten; esos mismos sentimientos para unirnos en la solidaridad y practicar la caridad.

“Ahora podemos recordar, con inmensa gratitud, a qué ha venido María de Guadalupe a nuestras tierras de México y América, ella quiere manifestar su amor, ternura, consuelo y auxilio a quienes desean conocer a su Hijo, a quienes quieren ser fieles discípulos de su Hijo Jesucristo y corresponder a su vocación, también a quienes se encuentran agobiados, atribulados, desamparados, sin esperanza”.

Agregó que en La Virgen; se cumplen cabalmente las palabras de la primera lectura, del libro del Eclesiástico:

“Yo soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza, En mí está toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud. Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos”.

Aguiar Retes, pidió a los devotos invitar a la Virgen para que visite, los hogares, y recibir el consuelo de su amor.

“Señora y Madre nuestra, María de Guadalupe, consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, ayúdanos a expresar nuestra solidaridad de forma creativa para hacer frente a las consecuencias de esta pandemia mundial, haznos valientes para acometer los cambios que se necesitan en busca del bien común”.

Durante la ceremonia eucarística, a puerta cerrada; en la que participaron Obispos y sacerdotes; el Arzobispo Primado pidió en oración por la salud de los miles de mexicanos contagiados y por el eterno descanso de los que han fallecido a causa del “COVID-19”.

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