Hoy se celebra el Día Nacional del Águila Real

Esta especie habita la Tierra desde hace 10 millones de años
REDACCIÓN Publicado el
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El Águila Real (Aquila chrysaetos) es el ave más importante en la historia de México, símbolo de identidad nacional, parte de la iconografía y mitología de nuestra cultura. 

 

El Águila Real tiene presencia en al menos 31 Áreas Naturales Protegidas de México. Por esto, promovemos acciones para la conservación y protección de nuestro símbolo nacional.

Su presencia esta vigente en nuestra cotidianidad, basta mirar una moneda para apreciar nuestro escudo nacional, un águila real perchada sobre un nopal devorando una serpiente, representación misma de la leyenda de la fundación de México Tenochtitlán.

La conservación de esta especie emblemática y la protección de su hábitat y sitios de anidación representa un gran compromiso para la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

Por ello, realizamos grandes esfuerzos para su preservación, como el fortalecimiento de las acciones de monitoreo en coordinación con instituciones, organizaciones y las comunidades que habitan en las Áreas Naturales Protegidas. 

 

El águila real es una especie emblemática para México, un ave rapaz que se caracteriza por ser monógama y fiel durante toda la vida a su pareja, con la que además comparte un bello ritual de cortejo previo a la reproducción, contó a Efe el biólogo Samuel López de Aquino.

Al iniciar el vuelo, una y otra se entrelazan en el aire mientras se elevan hacia las alturas para luego descender entrelazadas, siendo la hembra -de mayor tamaño- la que agarra al macho para, posteriormente, si este no se separa de ella, reproducirse.

 

“Hoy se celebra en México el Día Nacional del Águila Real, una especie que habita el planeta desde hace 10 millones de años y que “formó parte de la estructura social y religiosa de los antiguos aztecas”.

En 1325 se fundó la gran Tenochtitlan -lugar donde ahora se sitúa la capital mexicana- cuando los mexicas observaron al águila posarse sobre el nopal, imagen que buscaron durante 100 años y que finalmente quedó inmortalizada en la bandera nacional.

“Creían que Huitzilopochtli, el Dios mexica que daba la luz y la vida, se convertía en águila para salir a cazar estrellas”, explicó el coordinador del área científica del Museo de las Aves de México (Musave).

Por los tonos dorados que tiene sobre los hombros y el cráneo, se la asoció con el sol, motivo por el cual también se le conoce como águila dorada, por el refulgir de los rayos del sol sobre ella.

“Como es un ave poderosa, que se puede presentar a grandes alturas, simboliza lo alto, lo grande y lo elevado”, indicó López de Aquino.

Señaló que la especie es “monógama, solamente tiene una pareja y son muy fieles, y con la pareja que eligen vivir es para toda la vida”.

El Aquila chrysaetos canadensis “puede encontrarse en zonas áridas, semiáridas, montañosas, donde hay bosques templados e incluso en zonas desérticas y en pastizales”, ya que esto les surte de una amplia variedad de comida de la que alimentarse.

“La dieta principal de las águilas reales la componen las liebres, conejos, cuervos, conejos, coyotes e incluso reptiles como las serpientes”, precisó.

A la hora de anidar, eligen acantilados y lugares inhóspitos. Allí posan sus huevos blancos de manera asincrónica, con espacios de tiempo entre un huevo y otro.

En México, el águila real tiene una distribución de casi 50 por ciento del territorio nacional. Sin embargo, se estima que esta ha ido mermando cada vez más, algo que le ha valido la categoría de especie amenazada.

Esta pérdida de ejemplares se debe a diversos factores, entre ellos la transformación de su hábitat natural.

Aunque los sitios donde anidan son muy difíciles de llegar para el hombre, los lugares donde se alimenta “no son de difícil acceso” y el hombre puede llegar a ocuparlos, por ejemplo con la construcción de una mina.

En caso de que los nidos sean encontrados, estos pueden ser saqueados por personas que hacen un uso ilegal de la especie.

Otra amenaza muy importante, abundó el especialista, “es el establecimiento de líneas de transmisión eléctricas con las que las águilas chocan”.

“De continuar con esta tendencia, de seguir la pérdida de hábitat, el saqueo de los nidos y el choque con líneas eléctricas esto empeoraría, pasándose al estatus de especie en peligro de extinción”, advirtió.

Otro problema es el envenenamiento que se produce en el ave cuando apresa y come un mamífero que ha ingerido algún tóxico, “por ejemplo, cuando los ganaderos o personas utilizan ciertos venenos para acabar con estos zorros u otros mamíferos y las águilas reales sufren envenenamiento de manera indirecta”.

En México existe una llamada población reproductiva, pero también una población que viene de Estados Unidos y Canadá, lo cual hace complejo llevar un seguimiento exacto de la especie.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) indicó en el año 2018 que ha registrado 142 parejas reproductivas en áreas naturales protegidas del país.

 

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