Infertilidad, grave problema de salud pública: Olga Sánchez Cordero

La infertilidad siempre ha existido en el mundo, pero ha crecido de manera exponencial en los últimos años, convirtiéndose en un grave problema de salud pública, alertó la presidenta de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Olga Sánchez Cordero al participar en la inauguración de los Diálogos Parlamentarios “Reproducción asistida, visión de salud pública”.

Explicó que lo anterior es producto del cambio climático, medio ambiente, cambios en la alimentación y otros temas que han impactado ésta exponencial infertilidad en los últimos años, hasta convertirse, “con todas sus letras, en un grave problema de salud pública”.

De manera virtual y ante senadores y senadoras, así como de médicos, médicas, a representantes de organizaciones civiles, académicos, investigadores, la senadora detalló que, en abril de 2014, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva afirmó que la prevalencia de la infertilidad en los Estados Unidos de América es casi igual a la diabetes, padecimiento que sin duda afecta a una enorme proporción de personas a nivel global.

Es así que la infertilidad es un problema que afecta a 80 millones de individuos en el mundo, mientras que en México, cifras presentadas por el Consejo Nacional de Población, indican, lo que 17 por ciento de los y las mexicanas en edad reproductiva, cursa con algún trastorno relacionado con la infertilidad.

De acuerdo con datos del Censo del Mercado de Infertilidad en México, 32 por ciento de los casos de infertilidad la causa es atribuible a la mujer, y en el 31 por ciento a los hombres, en tanto, en parejas heterosexuales, en 25 por ciento de los casos son ambos integrantes quienes presentan alguna situación que les impide lograr un embarazo.

Las causas de infertilidad son muy variadas e incluyen desde defectos congénitos, hasta factores relacionados con los estilos de vida moderno, donde el tabaquismo, el alcohol, el estrés, son elementos de terminantes para impedir un embarazo, comentó.

Lamentó que durante muchos años el conocimiento en materia reproductiva no sólo era poco entendido, sino que se le rodeaba de creencias y mitos que, más allá de dar una solución objetiva y científica a los problemas de infertilidad, ponían en riesgo la salud integral de hombres y mujeres.

Esto contribuyó a generar una situación de desesperanza para los individuos y una estigmatización por la incapacidad para lograr un embarazo.

Agregó que el costo moral, psicológico, físico, económico de la infertilidad, se convirtió en la tónica acompañada de un total desconocimiento de la materia y del uso de herramientas diagnósticas y tecnológicas en extremo limitadas en su tiempo.

Afortunadamente, desde hace casi cuatro décadas se encuentran disponibles técnicas de reproducción humana asistida, basadas en evidencia científica, que han permitido a millones de personas ver cumplido ese anhelo tan importante de tener un bebé y de ser padres.

Gracias a esta amplia gama de técnicas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en más de 90 por ciento de los casos de infertilidad existe una solución con la aplicación de la tecnología reproductiva actual.

Por todo lo anterior, recordó que presentó una nuestra iniciativa que propone agregar una fracción V Bis al artículo III de la Ley General de Salud, para ser este tema materia de salubridad general.

La iniciativa contempla de una forma integral la modernización y protección de los derechos de la mujer y de las parejas en esta materia.