Mayoría en el Senado rechaza pena de muerte

Opiniones encontradas entre los senadores sobre la posibilidad de abrir el debate en el tema de la aplicación de la pena de muerte en México, luego de que en 2019 quedó registrado como uno de los más sangrientos para las mujeres en México pues, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, ocurrieron 976 presuntos delitos de feminicidio.

Sin embargo, la alarmante cifra amenaza con superarse este año, toda vez que en los 51 días que van de 2020, han ocurrido 265 feminicidios.

Aunque dicha posibilidad quedó suprimida cuando el 9 de diciembre de 2005 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se reformó dicho precepto a efecto de abolirla absolutamente, hoy las voces se escuchan para castigar más severamente a los feminicidas.

Al respecto, en entrevistas por separado, Manuel Añorve, de la bancada de PRI, consideró que es un tema que se debe discutir con mucha responsabilidad en el Congreso de la Unión; ya que consideró que el avance de poner penas muy elevadas prácticamente es perder la libertad durante un periodo de vida, pero no está por demás buscar la posibilidad tratar ese tema.

“Estoy en la frecuencia de discutirlo”; tendría que hacerse el proceso legislativo, pero es un tema que necesitamos se debe de tratar y, obviamente, tendría el consenso de la mayoría de las y los mexicanos.

Para el senador Ricardo Monreal, de Morena, es una barbaridad castigar con la pena de muerte; “soy enemigo de Dracón” (legislador ateniense de fines del siglo VII a.J.C. que redactó un código célebre por su severidad que imponía la autoridad del estado en materia judicial).

“Yo no creo en las leyes Draconianas”, reiteró tras manifestar ser garantista. “No creo en la pena de muerte, está prohibida en la Constitución y prefiero que se mantenga así, ni siquiera de discutir en tema”.

A su vez, el panista Mauricio Kuri González, a título personal, comentó estar a favor de aplicar la pena de muerte; sin embargo, su compañero de bancada, Damián Zepeda, rechazó abrir el debate al argumentar que al interior de la fracción de Acción Nacional no hay consenso alrededor del tema.

“Es una salida falsa, no tiene ninguna incidencia en la violencia, no hay ningún dato que nos diga, eso. Soy una persona que está a favor de la vida. Creo que la pena de muerte tiene que ver más con venganza, me parece que una persona que cometa un delito atroz debe de irse a la cárcel y pagar toda su vida con cadena perpetua; aunque esto no le va a regresar la vida a la víctima”, puntualizó en entrevista.

En tanto, Emilio Álvarez Icaza, legislador independiente, consideró que no es momento de discutir el tema, pues al estar prohibida en la Constitución, no vale la pena analizarlo.

“Imagínese a un aparato de justicia irresponsable dándole poder de matar, eso es peor. El problema de la impunidad no es la severidad de la pena, es confundir absolutamente los términos. Lo que tiene que hacer el presidente, en lugar de estar organizando rifas, que se ponga a mejorar la justicia”.

Resaltó que el jefe del Ejecutivo no debe hacer tribunales populares, donde sale a señalar nombres sin pruebas; insistió que lo mejor es mejorar la impartición y procuración de justicia. “El problema no es subir la penalidad, sino reducir la impunidad”.

El Estado Mexicano se reconoce como defensor activo de los Derechos Humanos ante la Comunidad Internacional y considera el derecho a la vida como uno de ellos, de ahí que el senador perredista, Miguel Ángel Mancera, afirmó tajante que la pena de muerte está abolida en la Carta Magna. México ya superó esa etapa.

El senador panista, Oswaldo Fuentes Solís comentó que en su momento realizó una encuesta sobre el tema de la pena de muerte en redes sociales y la mayoría de los participantes manifestaron interés.