Luego de que el Congreso Nacional Extraordinario eligió como dirigente provisional de Morena al diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que no se correspondía intervenir.
López Obrador advirtió que la línea con su partido es que “no hay línea” para elegir a los representantes de los institutos políticos de forma democrática.
Afirmó que antes el titular del Ejecutivo Federal era el jefe político del partido que lo llevaba a la presidencia, y desde esa posición se decidía quién dirigía al partido, pero aclaró que ya no se ocupa de eso.
“Yo estoy ahora representando a todos los ciudadanos de todos los partidos, a creyentes y no creyentes, a pobladores del campo, de la ciudad, a ricos, a pobres, a todos. No soy jefe del partido ni jefe de grupo ni jefe de camarilla”, afirmó.
En la conferencia de prensa matutina, se le preguntó del conflicto que vive el partido que fundó y lo llevó a la Presidencia de la República.
“No, nada, nada, nada. Silencio. No cómplice, sino que no me corresponde, no tengo por qué participar en eso. Ya lo he dicho, les deseo a todos los partidos que resuelvan sus diferencias con el método de la democracia”, dijo.
Se le preguntó al presidente López Obrador si continuaba en Morena luego del conflicto interno que se vive.
“Sí, nada más que tengo ahora licencia, porque tengo la responsabilidad de gobernar para todos”, comentó.
“Pero no es: A ver, ¿cuál es la línea para nombrar a los dirigentes del partido? La línea es que no hay línea, que se resuelva de manera democrática”, advirtió.
