“A veces es difícil encontrar la luz en estos tiempos”

 

Entrevista con la escritora Adriana Díaz Enciso


¿Cuál es el significado del dolor humano? ¿existe redención para el caudal infinito del sufrimiento de los hombres?, son las interrogantes que la escritora y traductora mexicana, Adriana Díaz Enciso (1964) , se planteó hace 21 años cuando empezó a escribir “Ciudad doliente de Dios”, una novela inspirada en los Poemas Proféticos del autor inglés del siglo XVIII, William Blake.

“El dolor humano es algo que me ha ocupado y quitado el sueño durante toda mi vida, está en todas partes. Es muy misterioso que la vida humana tenga que pasar tantas pruebas que a veces parecen completamente arbitrarias y sin sentido. Entonces, me pregunto cuál es el otro lado del dolor humano, dónde está la parte luminosa; es un misterio que buscó poner en reflexión con este libro”, señala la autora quien ha escrito la letra de muchas canciones de la banda de rock Santa Sabina.

Radicada en Londres desde 1999, la narradora y poeta considera que el dolor es parte de la naturaleza humana; sin embargo, asegura que la luz está a la par para sacar a flote lo mejor de cada uno de los individuos.

“A veces es difícil encontrar la luz en estos tiempos, porque vivimos momentos muy difíciles donde existe mucho cinismo y desesperanza; pero al final, todos los tiempos tienen su parte oscura y también la luminosa, y eso lo decía muy bien William Blake en su poesía, por lo que esta novela, espero, honre en su humilde medida la convicción de Blake de que “la imaginación no es un estado: es la existencia humana misma”, señala la también guionista de la serie televisiva “Hora Marcada”.

En ese sentido, la autora explica que “Ciudad doliente de Dios” busca comprender la cosmogonía del artista inglés a través de sus personajes, pero mediante una reinterpretación propia.

“La historia se desarrolla alrededor de Cristina, una encarnación de Enitharmon, uno de los personajes centrales en la cosmogonía de Blake, quien simboliza la belleza y la piedad. Es como la contraparte del poeta en un hombre, ella es su emanación por eso todo gira entorno a este personaje”, refiere la autora en entrevista con CAPITAL.

A través de los personajes, la escritora busca que el lector pueda tener un atisbo en el corazón de la piedad, la compasión y la belleza.

“Me gustaría mucho que tuvieran un cuestionamiento al rededor del dolor pero también que tengan un encuentro intenso con la belleza y su capacidad redención, porque la luz siempre está por encima de dolor”, dice

Los personajes de “Ciudad doliente de Dios”, dice Díaz Enciso, buscan “el significado de la figura mística de cristo, y de la cruz. Se debaten entre el llamado a la acción política y el llamado del espíritu, e intentan desanudar las aparentes contradicciones”.

“La novela no tiene respuestas sobre el dolor y yo tampoco, las preguntas que planteó quizá no tiene respuesta, pero quiero que el lector se pregunte conmigo y mis personaje sobre estas interrogantes para ver a dónde llegan”, puntualiza.

“Ciudad doliente de Dios” comenzó a escribirse en 1997 aunque su verdadera forma la tomó después de que tuviera lugar la masacre de Acteal, en Chiapas, fue entonces que los cuestionamientos sobre el dolor se hicieron más patentes para la escritora.

“La vacuidad última del crimen, su barbarie, su maldad estúpida, bestial y desatada a muchos nos quitó la inocencia. Un día simplemente supe que mi novela blakeana hablaría justo de esa abominación; que sus personajes también se preguntarían por qué, para qué, y cómo puede encontrarse una luz, por débil que sea, entre tinieblas semejantes”, comenta.

Finalmente, Díaz Enciso explica que esta novela refleja un proceso interno tanto como escritora y como ser humano, “por todas las vicisitudes que he atravesado a los largo de todo este tiempo”.

“No pienso en esta novela como un resultado final sino como un proceso de relación emotiva pues han sido muchos años”, apunta

De la Colección Narrativa Hispánica de la editorial Alfagura, “Ciudad doliente de Dios” terminó de escribirse en 2013 y cuenta con más de 700 páginas.

Apunte

Cristina, una niña a quien sus padres dejan en un convento que acoge huérfanos, desde muy pequeña da muestras de que está llamada a un destino superior, pues tiene visiones místicas. Luego de sufrir una fiebre casi letal, despierta del delirio con un lenguaje desarrollado y preciso, con conocimientos ajenos a sus años.

Desde entonces sabe que le corresponde encontrar una ciudad donde será posible abolir el imperio de la muerte, donde habrán de imperar el arte y el conocimiento, donde el amor, el perdón, la piedad y la belleza redimirán todo el inútil sufrimiento del hombre.

La espera una larga ruta donde, en su búsqueda, verá una ciudad consumida, ensangrentada, derrumbándose, los habitantes en agonía y, entre todo esto, un jinete que a su paso difumina el horror para dejar en su lugar un mundo plácido después de la destrucción.

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