Chan, una semilla de oro como alternativa alimenticia del futuro

 

México, 9 Abr (Notimex).- Científicos mexicanos trabajan en el estudio de las propiedades del chan, un pseudocereal que, al igual que el maíz, la chía y el amaranto, fue cultivado y altamente apreciado por las culturas precolombinas; debido a sus propiedades y características medicinales puede ser una fuente alimenticia del futuro con alto potencial nutricional. […]


México, 9 Abr (Notimex).- Científicos mexicanos trabajan en el estudio de las propiedades del chan, un pseudocereal que, al igual que el maíz, la chía y el amaranto, fue cultivado y altamente apreciado por las culturas precolombinas; debido a sus propiedades y características medicinales puede ser una fuente alimenticia del futuro con alto potencial nutricional.

Esta semilla contiene 14 por ciento del peso seco en proteínas y la mayoría de los aminoácidos esenciales recomendados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), a excepción de la lisina.

Se trata de una planta silvestre, perteneciente a la familia Lamiaceae, con capacidad de colonizar una gran cantidad de territorio en poco tiempo.

Los investigadores a cargo de este trabajo pertenecen a las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y de Colima (UdeC), y en el equipo participa el estudiante de doctorado de esta última institución educativa, Luis Fernando De la Cruz Torres, quien obtuvo el primer lugar nacional de un concurso de fomento a la investigación convocado por Labcitec, una empresa dedicada a brindar servicios de consultoría en ingeniería.

El chan, considerado por muchos como una maleza, empezó a utilizarse por pobladores de Colima, al igual que de municipios de Jalisco y Michoacán, como una fuente de alimento convencional, incluso en la fabricación de paletas y aguas frescas tradicionales.

“Al igual que el amaranto y la chía, esta semilla prehispánica podría surgir como una fuente de alimentos novedosa, con alto potencial nutricional e incluso nutracéutico”, destacaron los especialistas en un comunicado de la UdeC.

Hasta el momento, las globulinas de amaranto, lupino y soya han sido reportadas como nutracéuticas, es decir, que disminuyen el nivel de colesterol y de glucosa en sangre al interactuar con la insulina, además de ser reportadas con propiedades anticancerígenas.

Por tanto, para los expertos, “la globulina 11S de chan (Hs11Sn) tendría potencial benéfico por su homología estructural y conformacional con dichas proteínas”.

De la Cruz Torres, alumno del doctorado en Ciencias Químicas por la UdeC trabaja con la asesoría de Juan Alberto Osuna Castro, investigador de esta casa de estudios, y de Abel Moreno Cárcamo, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El proyecto surgió de la búsqueda de nuevas fuentes de proteínas a bajo costo que cumplan con requerimientos funcionales, nutricionales e incluso nutracéuticos (con beneficios para la salud).

Su propósito es buscar nuevas fuentes de proteínas en cultivos alimentarios no convencionales que se podrían utilizar en la industria alimentaria, con nuevos ingredientes y productos de origen vegetal a menores costos.

El joven universitario explicó que trabajan también para que la gente empiece a conocer los productos que tienen en su estado y enfatizó que esta semilla, además de alimentar tiene beneficios para la salud, al tener un adecuado balance de aminoácidos esenciales y péptidos anticancerígenos.

Esta propuesta establece un trabajo multidisciplinario viable a desarrollar en cinco años, que incluyó la infraestructura disponible en el Laboratorio de Agrobiotecnología y Biotecnología de la UdeC, así como del Instituto de Química de la UNAM.

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