Cómo combatir la plaga de chinches

 

Estos insectos son conocidos comúnmente como chinches de las camas, y son dos las especies que afectan a humanos.


Las chinches han estado asociadas al ser humano y vivido en nuestras casas durante miles de años. Este pequeño insecto hemíptero es un ectoparásito de color marrón rojizo de unos 5 mm de longitud que se alimenta de sangre humana y de otros animales como aves de corral, murciélagos o roedores.

Son conocidas comúnmente como chinches de las camas, y son dos las especies que afectan a humanos: Cimex lectularius, más cosmopolita, y C. hemipterus más frecuente en trópicos y subtrópicos.

Evitar su entrada es la mejor forma de prevenirlas. Un buen saneamiento es el primer paso para controlar una infestación por chinches. Sin embargo, recientemente se están detectando en residencias de ancianos, hospitales, cruceros, cines, el metro e incluso aviones, lo que sugiere que una buena higiene no es suficiente para evitarlas.

Para su control, lo primero que se debe hacer es confirmar que estamos ante la presencia de chinches. Se recomienda no usar insecticidas domésticos, porque podrían empeorar la situación y dispersar a los insectos, poniéndolos, además, en alerta y forzándolos a buscar nuevos espacios dentro de la casa. En muchas ocasiones, la erradicación requiere más de una visita de un profesional de manejo de plagas.

Entre los plaguicidas disponibles en el mercado, los más usados por su seguridad y eficacia son las piretrinas y piretroides, los desecantes (ácido bórico), las sustancias bioquímicas (aceite de neem), los pirroles, los neonicoticonoides (formas sintéticas de la nicotina) y los reguladores del crecimiento de insectos.

Para minimizar el uso de pesticidas, el control debe centrarse en los métodos mecánicos, como pasar la aspiradora y quitar o sellar grietas en muebles y paredes. La ropa de cama debe lavarse al menos a 60 ℃. Para infestaciones severas se pueden usar pesticidas, aunque se debe tener cuidado y dejar que la ropa de cama, colchones, tapizados y muebles se sequen completamente antes de usarlos.

Una vez eliminadas, habrá que tener especial cuidado en evitar una nueva infestación, especialmente con la introducción de muebles (particularmente los de segunda mano) y enseres como ropa, mochilas, equipaje o ropa de cama, donde los insectos pueden viajar en “autostop”, dispersándose y repoblando nuevos territorios.

KJ