Exposición a bombillas led y luz artificial aumenta riesgo de cáncer

Exposición a bombillas led y luz artificial aumenta riesgo de cáncer
 

Según Mario Motta, cardiólogo de la Asociación de Medicina Estadounidense, existen numerosos estudios que asocian la sobreexposición a la luz artificial con el desarrollo de cánceres de mama y próstata.


Durante un foro virtual sobre contaminación lumínica organizado por la ONU en Viena, se reveló que existe una relación entre el aumento del riesgo de padecer cáncer y la exposición prolongada a la luz artificial.

Así lo confirmaron científicos de todo el mundo, quienes alertaron que el exceso de luz artificial por las noches puede provocar efectos negativos en la salud, desde alteraciones del sueño y ansiedad hasta un aumento del riesgo de padecer cáncer.

Los especialistas detallaron que uno de los principales problemas es la supresión de la melatonina, una hormona que se segrega en la oscuridad de la noche y que es esencial en la regulación del sueño.

De acuerdo con Luc Schlangen, de la Universidad de Tecnología de Eindhoven, hace falta muy poca luz para suprimir completamente esta hormona, un proceso que, además, ocurre muy rápidamente.

En las ciudades, donde suele haber mucha iluminación artificial nocturna, la segregación de melatonina se retrasa, reduciendo el ciclo del sueño y provocando un “jet-lag social”, ya que los fines de semana la gente suele acostarse mucho más tarde de lo habitual. Esa alteración del sueño puede provocar ansiedad, trastornos emocionales u obesidad.

Según Mario Motta, cardiólogo de la Asociación de Medicina Estadounidense, existen numerosos estudios que asocian la sobreexposición a la luz artificial con el desarrollo de cánceres de mama y próstata.

“Hay mayores índices de cáncer de próstata y mamá entre personas que viven en entornos donde hay luz artificial en las calles”, apuntó.

Motta explicó además que si se padece cáncer de mamá y hay una exposición excesiva de luz artificial durante la noche, el cáncer se desarrolla más y con más rapidez. El problema radica en la luz azul que producen las bombillas LED, que son más eficientes pero también más dañinas para la salud.