IPN crea mapa para evitar riesgos por ceniza volcánica

 

Las nubes de ceniza volcánica constituyen un riesgo para aviación, por lo que el Instituto Politécnico Nacional desarrollo un mapa de mitigación de riesgo y un estudio de caracterización de vientos. El investigador y geofísico de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Ticomán, José Carlos Jiménez Escalona, manifestó que la ceniza […]


Las nubes de ceniza volcánica constituyen un riesgo para aviación, por lo que el Instituto Politécnico Nacional desarrollo un mapa de mitigación de riesgo y un estudio de caracterización de vientos.

El investigador y geofísico de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Ticomán, José Carlos Jiménez Escalona, manifestó que la ceniza generada en una erupción explosiva puede ser transportada a cientos de kilómetros del cráter del volcán y quedar suspendido en la atmósfera.

“Este polvo suspendido en la atmósfera, al pasar por los motores de la aeronave, puede fundirse debido a las altas temperaturas, lo que provocaría sobrecalentamientos”.

Por ello, indicó que se realizó una caracterización de patrones de vientos en la estructura vertical de la atmósfera en la zona de volcanes activos por medio de estudios estadísticos, para conocer la dispersión de las nubes de ceniza, es decir, hacia donde se transportan en determinada época del año.

El investigador indicó que en los estudios en los que participaron los estudiantes Irving Aguirre Oliva y Xóchitl Jon Villanueva, se logró identificar dos patrones importantes:

  • El primero ocurre desde el mes de noviembre hasta mayo, época en la cual el viento transporta la ceniza principalmente hacia el Golfo de México.
  • El segundo, se presenta en un periodo más pequeño de tiempo, entre julio y septiembre, en el que el producto volcánico viaja hacia el interior del país.

Informó que por medio de imágenes satelitales del sensor MODIS, se lograron procesar más de 300 imágenes de nubes de ceniza volcánica.

Esto permitió comprobar que la trayectoria coincidía con los patrones de viento que anteriormente habían caracterizado. Con estos parámetros bien definidos, el grupo de investigación del IPN generó mapas de probabilidad de riesgo para ambos períodos del año.

Actualmente, los controladores de vuelo trabajan con cartas de navegación aérea impresas, en las que trazan manualmente, a través de coordenadas basadas en reportes de los pilotos, la ubicación aproximada de las nubes de ceniza.

Las aportaciones del IPN permitirán que los controladores de vuelo identifiquen con precisión las nubes de ceniza y su desplazamiento, con la finalidad de generar reportes puntuales que indiquen las aerovías afectadas por la dispersión del producto volcánico y proporcionar rutas alternas a los pilotos.