Solidaridad en tiempos de coronavirus

 

Se fabrican viseras plásticas a la cual se monta una placa de acetato transparente o filamento plástico y se agrega una banda elástica para ajustar.


Frente a la situación que golpea al país y el mundo entero, cientos de personas pusieron manos a la obra y empezaron a fabricar desde barbijos de tela hasta máscaras faciales en impresoras 3D.

Los proyectos solidarios surgen en cada rincón del país: desde la conmovedora historia de Ilse Buddenberg, una mujer de 89 años, que hace barbijos para el hospital de su pueblo Eldorado, en Misiones, hasta técnicos y estudiantes de ingeniería, en Capital y el Gran Buenos Aires, que armaron una red voluntarios con impresoras 3D para fabricar máscaras faciales. En Rosario y la región no se quedan atrás y también se suman a la campaña de realizar máscaras faciales. Se trata de los chicos de 3DSur y otros emprendedores 3D de la ciudad que se unieron a la iniciativa.

También se suman pequeños emprendedores, costureras y diseñadoras de indumentaria que dejaron de fabricar las prendas de sus marcas y pusieron sus máquinas a coser barbijos. Todos se organizan de manera de respetar la cuarentena y el distanciamiento social, para poder trasladar los materiales y que productos terminados puedan llegar a quienes los necesitan.

Se fabrican viseras plásticas a la cual se monta una placa de acetato transparente o filamento plástico y se agrega una banda elástica para ajustar. Todas en un tamaño único, que pueden ser utilizadas por médicos, enfermeros y profesionales de la salud como parte de su equipo de protección. La máscara se coloca por encima del barbijo de alta protección, y cubre toda la cara desde la frente hasta el cuello.

 

 

Una de las iniciativas colectivas que hacen realidad la confección de máscaras faciales en 3D se llama Coronathon: que sigue el concepto de la propuesta Fiubatón, impulsada cada año por la Facultad de Ingeniería de la UBA, y que plantea resolver desafíos ante problemas reales que requieran una solución tecnológica creativa.

Arrancó hace apenas una semana y ya tienen pedidas casi 40.000 unidades. Hacen máscaras faciales: fabrican viseras plásticas a la cual se monta una placa de acetato transparente o filamento plástico y se agrega una banda elástica para ajustar. Todas en un tamaño único, que pueden ser utilizadas por médicos, enfermeros y profesionales de la salud como parte de su equipo de protección. La máscara se coloca por encima del barbijo de alta protección, y cubre toda la cara desde la frente hasta el cuello.

Otro emprendimiento que ayuda es el de Alejandro Badano es técnico electrónico y tiene una pyme familiar que fabrica piezas electrónicas para balanzas y controladores de tránsito. “Ante el avance de la emergencia sanitaria empezamos a investigar qué insumo podíamos fabricar en forma solidaria y colectiva y decidimos hacer máscaras faciales en 3D”, explica a Infobae. Ya tiene un pedido para distribuir en los centros de salud de San Isidro. Quienes puedan colaborar con el proyecto pueden escribir a: [email protected].