UAM crea microgenerador energético en combustibles fósiles, único en el mundo

UAM Foto: Internet
UAM Foto: Internet 

Este proyecto contribuiría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la industria energética y que alcanzaría eficiencias de hasta 80 por ciento.


Académicos y estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) desarrollan un sistema microgenerador energético en combustibles fósiles, que es un modelo único en el mundo que resulta muy prometedor.

Este proyecto contribuiría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la industria energética y que alcanzaría eficiencias de hasta 80 por ciento.

El doctor Hernando Romero-Paredes Rubio y la maestra Adriana Santamaría Padilla, investigador del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica y alumna del Posgrado en Energía y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), desarrollan este sistema acoplado a una caldera convencional,

La configuración de este proceso no se ha llevado a cabo en parte alguna del mundo, además de que resulta prometedor en sus objetivos de eficacia en el uso de combustibles fósiles y, por ende, respecto de abatir las emanaciones causantes del calentamiento de la Tierra provenientes de la quema de hidrocarburos y carbón, lo que aqueja sobre todo a quienes habitan en las cercanías de las fábricas.

La afectación es aún mayor, si se considera que los combustibles no son aprovechados al máximo, pues en general 35 por ciento del fluido de una planta se libera al medioambiente –desperdiciándose– “y una buena parte de este desecho corresponde a toneladas de dióxido de carbono (CO2)”, entre otros detonadores del fenómeno de aumento de la temperatura media planetaria.

Mientras esos residuos nadie los ocupa, los sectores productivos necesitan calor para operar, por lo que aquéllos debieran emplearse; desde hace muchos años existen esquemas de cogeneración de electricidad a través de una caldera de recuperación, con fines de autoconsumo, los cuales registran eficiencias de 80 por ciento, apuntó el docente de la Unidad Iztapalapa.

Mediante estos modelos llega al aire la misma cantidad de CO2, pero respecto de los kilowatts por hora (kWh) totales –térmicos y eléctricos– por tonelada de carbón emitido, esto baja a la mitad, es decir, “nosotros estamos disminuyendo el índice de contaminación en casi 50 por ciento”, lo que significa una contribución en dos vertientes: por un lado, el empresario puede crear electricidad y calor propios a un costo de operación bajo y, por otro, aminoran los GEI, en especial el CO2.

Preciso que principio radica en el empleo de los fluidos calientes de una microturbina de gas (MTG) los cuales se producen con un exceso de aire que puede utilizarse para ser recombustionado. “Hacemos simulaciones sobre el porcentaje de oxígeno que propician esos gases, la cantidad de calor que puede obtenerse de ellos y cómo hacer la configuración de aprovechamiento”.

La parte innovadora de esta iniciativa consiste en manejar esos gases de escape como aire de combustión en una caldera de tipo pirotubular para originar vapor de agua; ya se han realizado estudios teórico-prácticos para evaluar los efectos sobre la operación de una MTG de 30 kW y de una caldera preexistente, con lo que pueden conseguirse rendimientos superiores a 80 por ciento, dijo el académico.