5 maneras en que la crisis del COVID-19 ha impactado en la economía de América Latina

 

En apenas cuatro meses, la crisis de salud por el COVID-19 ha trastornado el mundo. Las medidas de distanciamiento social han obligado a las personas a quedarse en casa sin saber bien por cuánto tiempo; la enorme cifra de muertes continúa aumentando incluso después de superarse los 175.000; la desaceleración del consumo y la demanda […]


En apenas cuatro meses, la crisis de salud por el COVID-19 ha trastornado el mundo. Las medidas de distanciamiento social han obligado a las personas a quedarse en casa sin saber bien por cuánto tiempo; la enorme cifra de muertes continúa aumentando incluso después de superarse los 175.000; la desaceleración del consumo y la demanda y la interrupción de las cadenas de suministro han tenido un costo económico masivo y sin precedentes.

Desde que empezara en diciembre de 2019, la propagación del virus COVID-19 se ha desplazado hacia el oeste, convirtiendo a América Latina en una de las últimas áreas afectadas. Siguiendo el ejemplo del resto del mundo, la respuesta fue rápida, pero a pesar de los esfuerzos para evitar y contener el virus al escribir este artículo más de 3.000 personas en la región y en el Caribe han fallecido. Y, al igual que en el resto del mundo, el COVID-19 también está teniendo un elevado costo económico. ¿Hasta qué punto? Hasta la fecha, todo lo que tenemos son proyecciones porque, como probablemente haya visto en las noticias, la pandemia está lejos de terminar. Para la economía de América Latina en su conjunto los analistas esperan una contracción en el crecimiento de alrededor del 5,2%, mientras que el Bank of America ha medido una reducción del 4,4% en la producción. Uniendo ambos elementos, todos los signos apuntan a una recesión masiva.

Aquí encontrará 5 efectos económicos que la crisis de salud del COVID-19 ha tenido hasta ahora:

  1. Impacto negativo en las materias primas

Debido a la disminución del comercio internacional, a la caída de los precios y a la menor demanda mundial (especialmente de China, muy afectada), los precios de las materias primas se han visto sacudidos. Entre los peor parados se encuentra Chile, que ya ha sufrido un golpe global en su industria del cobre como resultado de la menor demanda de uno de sus mayores mercados de exportación: China. Como consecuencia, el Bank of America ha reducido la expectativa de crecimiento del 1,3% al 0,9%. Para más inri, la Comisión Chilena del Cobre ha pronosticado que, a medida que avance el año, las exportaciones de cobre podrían reducirse tanto en valor como en cantidades. Otro peso pesado en lo que al cobre se refiere es Perú, que reportó una caída del 16% en las exportaciones en comparación al año anterior, además de una caída del 10% en las exportaciones de minerales también. El culpable: la caída de la demanda china. Argentina se está preparando para una caída del 5% en las exportaciones de materias primas como la soja o la carne, una cifra que podría ascender hasta los 3.400 millones de dólares (USD). En Uruguay, donde el 80% de las exportaciones de soja van a China, las exportaciones totales cayeron un 18,7% en febrero respecto al año anterior.

  1. Impacto en la economía brasileña

Brasil es la economía más grande de América Latina, con un PIB nominal de 1.977.000 millones de dólares (2018), pero también una economía que tuvo varios frentes abiertos antes de la crisis, incluido el aumento del desempleo y el lento crecimiento del PIB. Brasil también es uno de los países más afectados por la pandemia, con más de 14.000 casos y 600 muertes a mediados de abril. El gobierno tomó medidas rápidas para reducir las tasas de infección y sofocar el efecto económico, desde las tácticas de “aislamiento vertical” del presidente Bolsonaro hasta un paquete de estímulo de 30.000 millones de dólares, pero eso puede no ser suficiente para combatir el impacto. Teniendo en cuenta que casi el 6% de la industria brasileña consiste en aerolíneas, hoteles, turismo y petróleo, algunas de las industrias más afectadas, los analistas parecen ofrecer solo predicciones sombrías, como, por ejemplo, la estimación que hace Goldman Sachs, apuntando a una contracción económica del 3,4%.

  1. Impacto en la economía mexicana

La economía de México ocupa el segundo lugar, con un PIB nominal de 1.242.393 de dólares (2018). Y al igual que Brasil, ya estaba inmersa en dificultades económicas cuando llegó la crisis del COVID-19, desde un aumento en el crimen violento hasta casi ningún crecimiento económico en 2019. Una cosa que México sí tuvo fue el nuevo tratado del T-MEC, un acuerdo con Estados Unidos y Canadá, aunque su implementación se está postergando en este momento, por razones obvias. Pero incluso con eso en segundo plano, los analistas del FMI creen que México será una de las mayores víctimas de la crisis. De hecho, el Bank of America estimó una contracción económica de casi el 8%.

  1. Colapso de los sistemas de salud

El sentimiento general en todo el mundo es que ningún sistema sanitario en ningún país estaba preparado para algo como la pandemia del COVID-19, empujando a unos sistemas ya tensos de por sí al borde del colapso. En Brasil, los estadios de fútbol se han convertido en hospitales temporales para hacer frente al desbordamiento de los hospitales regulares. El sistema de salud de Ecuador está completamente cerrado, lo que resulta en la muerte de miles de personas tanto por el virus del COVID-19 como por otras afecciones, así como una situación abrumadora en las morgues. Debido a la recesión en curso, el sistema sanitario de Venezuela estaba tremendamente mal preparado y el cierre ordenado por el gobierno sigue siendo el único medio plausible de esperanza en este momento. Colombia ha tomado medidas similares, creyendo que un cierre total es la única forma en que el país pueda evitar las altas tasas de infección que podrían aplastar su frágil sistema de salud.

  1. Cambiar el futuro de los mercados financieros

Todo lo relacionado con la pandemia del COVID-19 no tiene precedentes, desde el devastador impacto que ha tenido en el mundo hasta las reacciones a medida que los gobiernos están tomando para enfrentarlo. Al final, siempre que sea posible, se da por hecho que las cosas serán diferentes. Por un lado, ahora que los gobiernos han intervenido en el sector financiero, algunos se preguntan cuándo terminará, y con las políticas fiscales habituales congeladas, cómo se recuperarán tanto los países como las empresas de una deuda tan sustancial. Las empresas se verán obligadas a cambiar muchos de sus enfoques con el fin de superar la incertidumbre. Deberán reevaluarse las cadenas de suministro para evitar otro colapso potencial en caso de que un país como China, también conocido como el “taller del mundo”, vuelva a verse afectado de esa manera. Además, culturalmente tendremos que lidiar con la distancia social como parte de nuestra vida cotidiana durante algún tiempo.

Conclusión

Un cambio que los inversores de todo el mundo están analizando es cómo detectar oportunidades en un mercado forjado en la volatilidad durante tanto tiempo. Una inestabilidad económica como la que estamos experimentando a causa del COVID-19 puede presentar riesgos y oportunidades para los traders que invierten en el movimiento de precio en forma de CFD. Esto le permite negociar productos como los que acabamos de mencionar (soja, cobre, petróleo), así como índices bursátiles, ETF, criptomonedas, divisas y mucho más, basados en el movimiento de precios en ambas direcciones, sin necesidad de poseer el activo subyacente. Los ETF, las materias primas o las divisas son solo algunos de los instrumentos que ofrecemos en iFOREX. Únase hoy y elija entre cientos de productos CFD y benefíciese de educación gratuita, herramientas de trading avanzadas, gráficos de rendimiento y capacitación 1 a 1 con entrenador en vivo.