Castigo fiscal a EU, sugiere especialista

 

El ISR a empresas estadounidenses baja de 35 a 10%


De complicarse las relaciones comerciales con el gobierno de Estados Unidos, México podría ir por la vía de cobrar más impuestos a las empresas estadounidenses instaladas en el país, cancelando el convenio fiscal incluido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y cuyos beneficios son favorables a las empresas de la Unión Americana.

Jaime Rojas Merino, socio consultor de Skatt International y uno de los cinco fiscalistas más prestigiados del país, en entrevista con CAPITAL MÉXICO, precisó que como un elemento natural y alineado con el TLC, desde 1994 México celebró un convenio para evitar la doble tributación con Estados Unidos y al paso de los años, esto ha provocado que las empresas de ese país se vean beneficiadas por una reducción en las tasas del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por los ingresos obtenidos de fuentes de riqueza en México.

“Hay varios ejemplos y escenarios, uno de ellos es el relativo a las regalías que cobra una empresa estadounidense en donde, de haberse aplicado la ley del Impuesto Sobre la Renta, se tendría que retener un gravamen de 35 por ciento; mientras que por la aplicación del convenio fiscal con Estados Unidos dicha tasa se reduce a 10 por ciento, generándole un ahorro muy significativo”.

Indicó que ejemplos adicionales están en conceptos como intereses, servicios, asistencia técnica, know -how y reglas de establecimiento permanente, como en el sector de manufactura o maquilador.

Precisó que por ello, si México quisiera tomar una posición alineada con el tema del TLC tendría el derecho de cancelar el convenio fiscal con Estados Unidos y provocar con ello que las empresas de ese país terminen pagando en México igual que lo hace cualquier otra compañía mexicana o extranjera con quien no se tiene algún convenio fiscal, lo que les quitaría ventajas.

Se trata, abundó, de un asunto que hasta ahora ha quedado de lado y que es de suma importancia, pues México no es exportador de capital, esto es que no hay muchas empresas mexicanas que vayan fuera o hagan negocios en otros países.

“Entonces, en una situación como esta, con un convenio fiscal de por medio, lo único que está favoreciendo es que al inversionista extranjero que viene al país pues se le facilite la realización de sus negocios, tratando de no gravarle en exceso y darle beneficios adicionales. Este convenio lo que busca es evitar una doble tributación o que le sea más gravoso pagar los impuestos”.

Mencionó que si el país asume una posición en la parte fiscal de búsqueda de equilibrio, sería posible evaluarlo en caso de que quieran cancelar el TLC y acabe el convenio fiscal, lo cual es independiente.

A decir de Merino, en un ángulo técnico fiscal es una herramienta que puede defender de las medidas que ha anunciado el mandatario estadounidense Donald Trump, quien al advertir, por otro lado, sobre la imposición de un impuesto de 20 por ciento a las importaciones mexicanas, lo único hará es tener un costo más alto para sus propias empresas, que son quienes tendrían que pagarlo al llevarse los productos.