Durante el primer semestre del año las microfinancieras, que atienden en promedio a siete millones de personas, no registraron crecimiento en el número de créditos otorgados, comportamiento atípico que no había ocurrido en la historia del sector y que refleja la “precaución y temor” de las personas de menores ingresos que desde hace meses prevén una mayor desaceleración económica.
En entrevista con CAPITAL MÉXICO, Alejandro Martí Bolaños Cacho, director de asuntos Corporativos de Provident, indicó que este compás de espera puede ser resultado de la difícil situación macroeconómica que afecta a las zonas donde no llegan los servicios financieros, porque se mantienen de remesas.
Indicó que el escenario es atípico, “nunca se había visto esto, sobre todo porque las microfinancieras vienen de grandes crecimientos, tan sólo, en 2014 fue de 14 por ciento, mientras que en 2015 el sector creció 8 por ciento”.
Y en esta primera mitad del año “se detuvo y no registró crecimiento, porque la gente ya está sintiendo los efectos de la desaceleración y está siendo precavida”.
Para los mexicanos que no tienen un banco cerca, los factores que son decisivos a considerar en el momento de pedir un préstamo son si realmente necesitan el dinero (29%) cuánto pagarán en total (27%) y si les será posible cubrir dicho pago ( 23%).
