Dólar pone en jaque a la industria chocolatera

 

El precio de las materias primas se disparó por la volatilidad cambiaria


La industria chocolatera nacional, atraviesa por uno de sus momentos más amargos, ante la apreciación del dólar que ha disparado los precios de las materias primas.

El alza afecta a 60 por ciento de los insumos que tienen un componente de importación y además existe la amenaza del cierre de los pocos negocios que ya quedan en el país y con ello, un repunte de precios al consumidor final.

Raúl Picard del Prado, presidente de la Comisión de Comercio Interior y Mejora Regulatoria de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), declaró que, si bien están aguantando los compromisos de pago hasta que baje el dólar, esto no podrá ser por mucho tiempo y habrá quienes “revienten” antes de las elecciones en Estados Unidos el 8 de noviembre, cuando se espera haya estabilidad de la paridad peso-dólar.

Pero la sorpresa, declaró, será si en lugar de bajar, la divisa verde se dispara aún más  pues esperan que ya no pase de 18 pesos.

“Difícil, muy difícil. De verdad que la industria chocolatera la está pasando mal en cuanto a costos porque en la temporada más fuerte para nosotros, que es ésta, es cuando más vendemos, lo que esperábamos tener de utilidad, se fue. Momentos amargos sí, momentos difíciles para la industria chocolatera y dulcera, sobre todo en la chocolatera, porque tiene el cacao y éste es en dólares y la leche en polvo también”, indicó.

En entrevista, el también dueño de Chocolates Picard indicó que han estado absorbiendo los costos y éstos los rige la competencia, por lo que si alguien se separa pierde y si se mueven, pierden el mercado, por lo que la regla del juego para el industrial es vigilar mucho a la competencia para no quedarse solos.

Picar del Prado  precisó que están absorbiendo casi ocho por ciento del costo total, que es muy alto en el componente y esto ocurre desde hace más de medio año.

Explicó que, al momento, ninguna empresa ha parado su producción, pero ésta ha bajado porque no han podido pagar o no han cuantificado los daños hasta que se acaben los inventarios, mientras que la capacidad instalada está sobrada desde hace mucho tiempo.

Indicó que este 2016 se caracterizará por ser un año de ventas, pero sin ganancias y de fortaleza para quienes tienen deudas con sus proveedores.