Ladrilleras, tradición y contaminación

Quienes se exponen a estos contaminantes tienen un horizonte de vida mucho más reducido que cualquier otra persona
Notimex Publicado el
Comparte esta nota

La producción artesanal de ladrillos en México es una actividad que desde hace muchos años brinda empleo a miles de familias mexicanas; sin embargo, también es una fábrica de contaminación que afecta al medio ambiente y deteriora la salud.

Se tiene registro de su elaboración a partir de la época colonial y hoy en día es toda una tradición en muchos estados del país, un oficio que se hereda de una generación a otra sin parar.

Tal es el caso de don Magdaleno, un ladrillero del municipio mexiquense de Chicolopan, que lleva más de 20 años haciendo este trabajo, en el que están involucrados todos los miembros de su familia.

La ladrillera que él administra pertenece al negocio familiar donde trabajan su papá de 84 años, dos hijos y una de sus hijas, con apenas 13 años de edad, que se integra cuando sale de la escuela.

Don Magdaleno reconoce que es un trabajo muy pesado y que deja pocos ingresos, porque hay veces que el ladrillo no queda con buena resistencia y el cliente lo rechaza.

Además, todos se exponen al calor y al humo que sale del horno al momento de quemar los ladrillos durante 72 horas continuas en promedio, pues durante ese lapso se introduce combustible para mantener el fuego.

En América Latina, la mayor parte de la elaboración de ladrillos es de manera artesanal, lo cual es poco eficiente y genera mayores contaminantes, indicó Carlos Antonio Caballero Valdés, director de la carrera de Ingeniera en Desarrollo Sustentable del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

Los hornos para quemar el tabique rojo se encuentran muy cerca de las áreas pobladas, ocasionando severos daños a la salud, tanto a las personas que trabajan en las ladrilleras como a aquellos que viven en la región, al respirar el aire contaminado.

De acuerdo con el especialista, quienes se exponen a estos contaminantes tienen un horizonte de vida mucho más reducido que cualquier otra persona, al estar respirando partículas generadas por combustibles tóxicos.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil