¿Las afores están en riesgo por el nuevo aeropuerto?

Las Afores y las Fibras son viejos conocidos. Las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) son el principal inversionista institucional del país y uno de los más importantes en los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras). La participación de cuatro Administradoras en el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) ha generado controversia no sólo por el tinte político que ha tomado, también por las implicaciones económicas que traería una posible suspensión.

Sin embargo, la obra que se edifica en el antiguo Lago de Texcoco no es la única que ha recibido una parte del ahorro de los trabajadores mexicanos para su desarrollo. La carretera Palmillas-Apaseo El Grande, la presa El Realito y la Autopista Siglo XXI son algunos de los proyectos que se encuentran en la misma condición, aunque no son tan polémicos.

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A finales de marzo pasado, Inbursa, Pensionissste, Profuturo y XXI-Banorte participaron con un monto global de 13 mil 500 millones de pesos en la emisión de la Fibra E para el NAICM, cifra que representó el 45 por ciento de la oferta global de la colocación.

La Consar explica en un documento que del universo total de activos gestionados por las cuatro Afores, el monto invertido representa sólo el 0.9 por ciento de sus activos.

Al respecto, Moisés Pérez Peñaloza, socio líder de Pensiones y Recursos Humanos en PwC, asegura que los ahorros de los trabajadores que se invirtieron en la obra no están en riesgo, pero, como cualquier instrumento, no están exentos de las inestabilidades.

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“En cualquier esquema de inversión existe algún tipo de riesgo; no hay instrumento que esté libre de ello. La participación de las Afores es muy bajo en la Fibra E y si se diera un evento negativo sería en esa misma proporción”, precisa.

Pérez Peñaloza considera que una alternativa que tienen los ahorradores que pertenecen a las Afores que invirtieron en la obra insignia de esta administración es cambiarse a otra que no haya sido parte de la colocación.

¿Hay peligro?

Ante la posibilidad de que el NAICM se pueda revertir, Raymundo Tenorio, director de la carrera de Economía y Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, comparte que esto ocasionaría una afectación no sólo a las Afores, también al resto de los inversionistas.

Si se llega a cancelar el proyecto o se suspende, explica Tenorio, el gobierno tendría que establecer un programa de rescate para devolver el dinero a todos los que invirtieron en el desarrollo, es decir, se crearía un programa de indemnización.

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El problema se agrava al analizar de dónde se tendrían que conseguir estos recursos. El catedrático detalla que la próxima administración tendrá que obtener ese dinero a través de la recaudación de más impuestos y contrayendo deuda.

“La cancelación derivaría en un rescate aeroportuario y lo peor es que nadie le va a prestar a un gobierno para que indemnice un proyecto que canceló por intereses políticos”, agrega.

En resumidas cuentas: si el próximo presidente cancela el Nuevo Aeropuerto, los mexicanos tendrían que pagar esta decisión con sus impuestos y las Afores no obtendrían rendimientos para las carteras de inversión.

Con información de Reporte Índigo

 

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