Maquiladoras tienen contratos de 3 millones de trabajadores por outsourcing

Industria maquiladora Foto: Internet
Industria maquiladora Foto: Internet 

El outsourcing en la industria maquiladora funciona en empresas con instalaciones propias que maquilan productos o partes de una mercancía para otra compañía dominante.


La industria maquiladora en México aplica un esquema de subcontratación ligado a las grandes transnacionales que suma tres millones de trabajadores, que están excluidos de las estadísticas oficiales porque no tienen ninguna seguridad social.

El doctor Enrique de la Garza Toledo, profesor distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo que el outsourcing en la industria maquiladora funciona en empresas con instalaciones propias que maquilan productos o partes de una mercancía para otra compañía dominante y que están sujetas a contratos que les imposibilitan comercializar su producción en el mercado abierto.

“Existen maquiladoras que fabrican bienes en la propia empresa como parte del proceso productivo, por ejemplo, la planta Ford de Cuautitlán Izcalli, cuyos trabajadores subcontratados operan en la línea de motores”, señaló el profesor del Departamento de Sociología en la Unidad Iztapalapa.

Señaló que el tema laboral ha sido relegado y sólo a raíz de la negociación del nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, en 2012, estableció restricciones a este tipo de convenios, aunque no han sido aplicadas, por lo que resulta fundamental que el gobierno de la denominada Cuarta Transformación incluya la subcontratación en el artículo 15 de la Ley Federal del Trabajo.

Consideró que el marco jurídico debe distinguir la compra-venta de autopartes como una relación mercantil y no laboral, pues a pesar de que en la práctica son autopartistas, la firma compradora vigila la tecnología que emplea, el nivel y los salarios que paga.

De la Garza Toledo indicó que en la frontera norte del país “abundan changarros de contratación de capital humano que lo único que poseen es una carpa y una silla; carecen de infraestructura y su labor se concreta en captar a potenciales empleados sin obligación legal alguna. En la mayoría de los casos, estos establecimientos desaparecen sin dejar rastro”.

Por tanto, el miembro Emérito del Sistema Nacional de Investigadores consideró que la ley en la materia debe prohibir la existencia del mundo de la subcontratación, que tiene como propósito central abatir el costo de la fuerza de trabajo y reducir los salarios.

“Para contar con una mejor regulación es necesario abarcar los matices de este fenómeno, por lo que es necesaria una amplia discusión con todos los actores productivos”, concluyó de la Garza Toledo.