Mejora salarial. Coparmex sugiere incrementar el salario mínimo a 89.35 pesos

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, apoyó alza de 22.33% al salario mínimo para colocarse en 89.35 pesos, que actualmente está en 73.04, antes de que concluya 2017, en ruta con la línea de bienestar de Coneval.

Expresó que se trata de un aumento de entre 13.02 a 13.28 pesos en términos nominales, esto será un segundo paso, que se sumará al porcentaje que entre cuatro y 4.5 por ciento que fije la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, (Conasami), a partir del 1 de enero.

El líder del sindicato patronal detalló que tal paso podría concretarse y llegar al nivel “ideal”, en un plazo no mayor a 12 meses, siempre que la economía lo permita.

Tal incremento, precisó, serviría a la clase trabajadora para cubrir tanto la canasta alimentaria como la no alimentaria y es un paso trascendental para que el poder adquisitivo se  recupere.

Por ello, indicó que tras haber consultado con sus socios integrantes de la Coparmex, se concluyó la necesidad de elevar el salario mínimo sin que a éste se le vincule con el alza que se otorgue al resto de los salarios, para evitar alzas en los precios de los productos y servicios y, por  lo tanto, que eso acarree un efecto inflacionario.

“Proponemos un alza porcentual por la línea de inflación en este año 2016 de entre cuatro y 4.5 por ciento, y un aumento nominal por la línea de bienestar durante 2017, de forma tan rápida como lo permita la circunstancia económica de 13.02 a 13.28 pesos. En conjunto, proponemos que antes de terminar 2017 el salario mínimo alcance 89.35 pesos”, indicó.

De Hoyos Walther urgió al Poder Legislativo a aprobar ya la Ley Reglamentaria a fin de dar mayor certeza y claridad sobre la Unidad de Medida, (UMA) y particularmente que tanto el IMSS como el Infonavit la usen ya como referencia para las cotizaciones y ya no se basen más en el salario mínimo.

Indicó que el aumento que proponen debe ser, a final de cuentas, pactado en el seno de la Conasami, quien debe definir la estrategia para que no existan expectativas erróneas, y se evite sobre todo el llamado “efecto faro” y con esto las consecuencias inflacionarias.