Miedo ahuyenta a clientes de tienditas

 

sus ventas han caído hasta 50 por ciento a dos días del sismo y prevén que en los siguientes días la situación se complicará


Mientras las grandes cadenas comerciales de autoservicio registran grandes ventas, incluso para los donativos, los pequeños comercios no corren la misma suerte ya que sus ventas han caído hasta 50 por ciento a dos días del sismo y prevén que en los siguientes días la situación se complicará.
En un recorrido pudimos constatar que si bien la población se ha volcado a los centros comerciales en busca de víveres y se observa que salen con sus carros llenos, el miedo, la incertidumbre y el ambiente por la situación que se está viviendo, han ahuyentado a los clientes de los minoristas.
“Yo creo que 50 por ciento porque la gente está asustada , no sale, todas las noticias lo que están diciendo, no hay gente. De hecho, he tenido que estar regresando las cajas de mercancía y no creo que esto se mejore, va a estar igual toda la semana, ahora sí que nada más esperar”, dijo una comerciante.
En lo que coincidió Lorena de la miscelánea Lupita, al señalar que “ayer no hubo nada, hoy también nada mas tenemos que abrir por compromiso, ahorita en lo que están preocupados es en sus familias, en los que están afectados o desaparecidos y no creo que se componga hasta la próxima semana”, indicó.
Carlos López, quien vende carne, precisó que las ventas son muy bajas en las últimas horas, aunque eso ya resulta permanente tras la proliferación de los centros comerciales la que, dijo, les ha tirado la comercialización de ese alimento que otrora se vendía de mejor
manera.
Más adelante, el contraste lo dieron las cadenas comerciales que por el contrario están vendiendo mucho más que en un día normal.
Y es que la población, aparte de conseguir sus bienes básicos, adquiere los productos en paquete como agua, papel higiénico, latas de atún, mayonesas y lo que se está requiriendo en los centros de acopio.
Ahí sí se ve concurrencia de clientes e incluso familias completas que desbordan sus carros con la mercancía, en tanto que los pequeños comerciantes comienzan a vivir una situación complicada y esperan que en breve se vuelva a la normalidad.
Aún con ello, cuando tienen oportunidad de regalar un refresco o agua, así como un pastelillo a brigadistas, lo hacen.