Una vez que una persona inicia su vida laboral es importante que conozca los productos financieros básicos que le ayudarán a llevar unas finanzas personales sanas.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) señaló que entre tales productos están: el presupuesto, cuenta de ahorro y tarjeta de débito; tarjeta de crédito, Afore y seguro de auto.
En la revista Proteja su Dinero, el organismo especificó que aunque el presupuesto no es un producto como tal, debe considerarse si la persona se acaba de incorporar al mundo laboral.
Ello, agregó el organismo, debido que aunque lo más seguro es que se disponga de dinero y no se tengan deudas.
Otros instrumentos financieros son: la cuenta de ahorro y tarjeta de débito, los cuales van de la mano, pues en ocasiones al contratar una cuenta pueden entregarte una tarjeta de débito.
La cuenta de ahorro, refirió, permite almacenar una cantidad de dinero y en la mayoría de los casos genera algunos intereses a favor, a largo plazo.
Mientras que las tarjetas de débito permiten realizar depósitos en la cuenta, y en caso de necesitarlo, retirar el recurso en cualquier cajero del banco.
Para elegir la cuenta de ahorro es factible empezar con las tarjetas de débito básicas, las cuales en su mayoría no piden un monto mí- nimo de apertura ni exigen mantener un saldo promedio mensual mínimo y están exentas de comisiones por el manejo de cuenta.
Otro producto a considerar es la tarjeta de crédito, la cual –recuerda la Condusef– no es dinero extra, sino un préstamo que se debe pagar, y por cada retraso en el día de pago, la deuda aumenta.
La Condusef señaló que también figura la Afore, y aunque al comienzo de la vida laboral por lo regular se es joven y el tema del retiro suena muy lejano, lo más probable es que cuando llegue ese momento se quiera disfrutar y no preocuparse por apuros económicos, de ahí la importancia de aportar una parte de los recursos.
De acuerdo con una síntesis sobre la Cultura Financiera de los Jóvenes en México, 87 por ciento de los participantes declaró no tener un ahorro para su retiro, mientras que 13 por ciento comentó que si lo tiene.
