Todo lo que necesitas saber sobre el blackjack

 

El blackjack, junto al póker, son dos de los juegos más populares dentro y fuera de los casinos.


Posiblemente, no exista ninguna plataforma de este tipo que no incluya partidas del también conocido como “21”.

El blackjack un juego muy sencillo, con una curva de aprendizaje rápida y simple, pero que, sin embargo, ofrece una experiencia gratificante, sin límites en relación a las posibles estrategias, al número de mazos, a los trucos y consejos… Todo jugador de casino que se adentre en el mundo del blackjack no tendrá oportunidad de aburrirse en absoluto.

Cómo se juega

Efectivamente, el sistema de juego del blackjack es realmente simple, aunque mantiene una diferencia que lo hace diferente al resto de juegos de cartas, y es que no se juega contra los compañeros con los que comparte mesa, sino contra la casa, la banca y su representante, el crupier o jefe de mesa.

Por lo tanto, el tú a tú se establece entre el crupier y el jugador, compitiendo por acercarse al número 21, sin pasarse. El valor de las cartas para conseguir este objetivo será de 1 u 11 para el As, según interese al jugador, las figuras (J, Q y K) valdrán 10 y el resto de cartas mantendrán su valor nominal.

El juego puede realizarse con 1 mazo de 52 cartas o con varios, pudiendo llegar hasta 8 en algunos casinos. En este sentido, hay que saber que, a mayor cantidad de barajas, las posibilidades de victoria van volviéndose en contra del jugador y a favor de la casa, ya que se complica la habilidad del conteo de cartas, uno de los trucos más habituales para ganar partidas por los expertos y jugadores profesionales.   

Sistema de cada partida

Cada partida se inicia con el crupier repartiendo dos cartas a cada jugador y comenzando por la izquierda. Previamente a este reparto, se habrá realizado una primera apuesta. Las cartas que recibe el jefe de mesa serán boca abajo la primera y boca arriba la segunda. Llegados a este punto, se permite volver a apostar, complementando la anterior solo si la carta que permanece descubierta es un As, se trata de la apuesta conocida como seguro que permite pagarse 2 a 1 si el crupier termina por lograr un blackjack.

El siguiente paso dará comienzo cuando el crupier destapa su segunda carta. Pueden darse dos situaciones en esta fase, por un lado, que, teniendo un As en su primera carta, en este saque una figura y, por lo tanto, un blackjack, ganando la partida inmediatamente. En esta situación todos perderán lo apostado excepto aquel que hubiera realizado previamente su apuesta segura. Por otro lado, si no existiera As en la descubierta, los jugadores tendrían que aplicar sus estrategias y tomar las decisiones más convenientes que pueden ser alguna de las siguientes.

Opciones del jugador

El jugador de blackjack podrá no pedir ninguna otra carta, plantándose con lo que tiene en la mano. Podrá, si así lo considera oportuno, pedir una o varias cartas nuevas que el crupier tendrá la obligación de aceptar, pedirá hasta que considere que se ha acercado lo suficiente a 21 o cuando haya sobrepasado dicha cantidad, momento en que quedará eliminado de la partida.

Otra de las opciones a la que puede recurrir es a la división, que consiste en dividir dos cartas del mismo valor para, con ello, poder jugar con dos manos. El jugador estará en disposición en este momento de pedir cartas para cada una de sus manos o plantarse con alguna de ellas.

Por último, también tendrá la opción de doblar la apuesta inicial con la condición de recibir una carta más. Se trata de una jugada no apta para cardiacos que llevan a cabo los más experimentados jugadores. Y es que, después de recibir esta última, habrá agotado todas las opciones de volver a pedir. Es una maniobra que se lleva a cabo cuando se está convencido que obtendrá una mano ganadora, que con una carta logrará el deseado Blackjack o acercarse lo suficiente como para ganar a la casa.

Final de partida

Una vez que los jugadores han hecho sus estrategias y el crupier desvele su segunda carta, tendrá que tomar una carta más si el total suma menos de 16, o plantarse si la suma total es 17 o superior.

Todos los jugadores que se mantengan por debajo de los 21 podrán cobrar si la banca se ha pasado de esta cantidad. Sin embargo, si la casa no ha llegado a esta cifra, perderán su apuesta aquellos que hayan quedado por debajo del número que el crupier ha alcanzado, ganando, como cabe suponer, todos aquellos que la superen, sin pasarse de 21, lógicamente. En el caso de que el jugador y el crupier saquen la misma cantidad, se devolverá la apuesta y comenzará una nueva ronda.