Vaticinan rompimiento de tratado comercial con EU

 

Aunque no fue una panacea, generó desarrollo en algunas regiones


A pesar de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte “no fue para México una panacea” ni elevó el crecimiento económico, sí generó desarrollo –en especial– para algunos sectores productivos y regiones del país, mismas que se verían afectadas en caso de que Estados Unidos decida romper con el acuerdo trilateral.

Luis Ernesto Derbez , exsecretario de Economía, actual rector de la Universidad de las Américas (UDLA) Puebla; Rolando Cordera Campos, investigador de la UNAM, y Fernando Belaunzarán, vocero de la corriente perredista llamada Los Galileos, reconocieron en una mesa de análisis en Efekto Noticias que Trump es un presidente de reacciones, “de prontos”, y no mide las consecuencias, por ello, lo más probable será que no haya más acuerdo trilateral, sino dos bilaterales.

En vísperas de la quinta ronda de negociaciones, el panorama para el TLCAN se ve sombrío tras 23 años de vigencia, explica Derbez, “la sorpresa hoy, es que quien está dando marcha atrás, quién está rompiendo al tratado, quién está rompiendo con toda la estructura legal es el gobierno de Estados Unidos, lo que nunca se pensó en su momento”.

Al respecto, Rolando Cordera coincidió con Derbez, el TLCAN al principio generó desconfianza, porque se pensaba que México estaría en desventaja, pero luego dio un salto espectacular en las exportaciones, en los sectores de manufacturas, en la industria automotriz, aumentaron las inversiones extranjeras, “aunque no se logró lo que estaba en el fondo, que era garantizarle a esta sociedad que podía crecer como lo necesita, dada su demografía y su tamaño, sin incurrir en un endeudamiento externo excesivo”.

Sin embargo, explicó, en los últimos 23 años México ha crecido en promedio casi 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y eso, dijo Cordera, “no es nada, para esta sociedad con tanto joven y tantas carencias es del todo insuficiente”.

Efectivamente, señaló Fernando Belaunzarán, “ya no dependemos tanto del petróleo y, sin embargo, no crecemos. El libre comercio tampoco fue la panacea para crecer”.

Un punto básico, según Derbez, es que aun con TLCAN en México no disminuyó la desigualdad en la distribución del ingreso, “no estamos creciendo parejo en todo el país, si uno observa los últimos 10, 15, 20 años, el crecimiento promedio por año en la zona norte y centro del país crece a tasa de 5 por ciento contra lo poco que se avanza en el sur”.

Cordera expresa que el tratado no cumplió con sus objetivos, “no se dio la redistribución del ingreso entre ganancias y utilidades, pero sobre todo, en remuneraciones al trabajo es el peor de América Latina, y desde luego el peor de la OCDE, incluyendo Turquía”.

Por ello, reconoció Belauzarán, los reclamos de Estados Unidos y Canadá en las rondas son “precisamente los salarios tan bajos en México”, porque dicen, un incremento salarial ayudaría incluso a mejorar el mercado interno y no perderíamos la ventaja comparativa”.

TRUMP

De acuerdo con los expertos, el TLCAN depende de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, porque es un hombre de decisiones abruptas, “no parece ser una personalidad dispuesta a hacerse cargo de las implicaciones de sus actos, eso se llama irresponsabilidad”.

Según Derbez “yo no sé si él va a romper o no con el tratado, los intereses fuertes y poderosos de Estados Unidos, están en contra de romper con el tratado, lo han dicho y la lógica está en contra pero eso tendría que verse la negociación”.

“Yo creo que a México le interesa que el tratado se mantenga, no porque nos haya puesto en vilo, sino porque nos afectaría una ruptura”, expuso, esto aun cuando Trump se queja de un déficit por 60 mil millones de dólares.

En la opinión tanto de Derbez como Cordera, el presidente de EU habla mucho de ese “déficit”, pero este argumento es falaz porque “esos 60 mil millones que dicen no son al mismo bolsillo de los inversionistas, porque los inversionistas, es decir, Ford, Toyota, es cierto, generan empleos en México, pero el dinero, las grandes utilidades, se van de todas maneras a inversionistas norteamericanos”.

LA RONDA

Reconocieron que ahora viene lo complicado, “lo que sí está presionando mucho en las negociaciones es quitar los mecanismos de arbitraje, no quieren el arbitraje, quieren decidir unilateralmente, dónde les conviene, dónde no, dónde abren la llave, dónde la cierran”, pero tanto México y Canadá han señalado lo inviable de las propuestas estadounidenses.

Así, la quinta ronda de negociaciones –que se efectuará del 17 al 21 de noviembre– será difícil por lo álgido de los temas y –apuntan los analistas– “es probable que no se avance hasta enero o quizá la discusión se posponga para después de las elecciones de 2018”.

Mientras tanto, el panorama no es halagüeño, cada vez más aumenta la posibilidad de que Trump decida romper el acuerdo y terminar dos tratados bilaterales.