Bullying, ¿un ‘empujón’ al suicidio?

La relación entre el bullying en los menores de edad y la consecuencia de la inestabilidad emocional hasta llegar al grado de suicidio ha generado alerta constante y, aunque no hay cifras que respalden esta causa-consecuencia, lo cierto es que los actos de violencia en las escuelas llevan a los menores de edad a sentirse inferiores, maltratados en su entorno.

En este problema la Secretaría de Educación Pública implementa el Programa Nacional de Convivencia Escolar 2015, para todas las escuelas de educación básica.

Sin embargo; Nelia Tello, especialista en la materia por parte de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, afirma: “No es de convivencia, donde dice que al niño que llegue tarde lo van a sacar del grupo y no le van a dejar entrar a la escuela; lo van a mandar a la biblioteca solo, pues solo así vivirá el ridículo, ¿te enseña a convivir solo?”.

Por lo que calificó estos hechos como insuficientes y fragmentados, en los que en muchas ocasiones se criminaliza a los menores estudiantes. En cuanto a estudios que realiza la autoridad educativa, la experta afirma que “sí se han hecho estudios y no creo que se haya dado una atención adecuada y de ninguna manera, porque lo que se hace es atender casos extremos, estar señalando culpables”.

De acuerdo con Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, “uno de los elementos básicos en la construcción de la identidad, en los adolescentes, es el reconocimiento de sus pares, el reconocimiento social y si son sus compañeros que le hostigan, esto tiene una afectación importante en la construcción de su identidad”.

Si bien no hay cifras oficiales que sostengan la relación entre el bullying y el suicidio, en los hechos, el incremento de ambas variables se ha observado considerablemente; en información periodística de otras entidades consta que constantemente hay casos de menores de edad asesinados o que se quitaron la vida por bullying en sus escuelas.

Acciones por emprender

Recientemente el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, reconoció que en cuanto a los entornos no violentos en todos los ámbitos, la CNDH pone principal atención a la prevención y a contrarrestar la violencia en la infancia desde las escuelas, para lo cual es necesario el trabajo de las autoridades en materia educativa, docentes y el entorno en general.

Ante el actual panorama demandó dar prioridad a la prevención e identificación de elementos de riesgo desde el punto de vista social, económico, político o cultural.

Sin embargo, desde antes, Raúl Plascencia Villanueva, quien lo antecedió, aseguró que el acoso escolar era tal que hay información de que el bullying cada vez se observa con mayor violencia, al grado de llevar a los menores al suicidio.

Aunque los especialistas afirman que no siempre hay elementos para determinar esta situación, coinciden en que el actual entorno de violencia en el país se refleja en las escuelas.

“Yo sí siento que en México hemos estado construyendo un ambiente donde estamos buscando al culpable, el castigo, donde han proliferado las leyes para atender el problema y no los procesos de atención y sobre todo donde cambiemos esta idea de etiquetar cualquier relación como violencia”, aseguró Tello.

Para el presidente del Consejo Cuidadano de la Ciudad de México, Luis Wertman “la situación de principios suicidas o ideas suicidas en la juventud sí puede ser que el bullying pueda llevar una parte en este asunto, pero no es el mero origen de estas situaciones”.

Aunque entre legisladores impulsen o promuevan acciones para contrarrestar esta situación, de acuerdo con Tello las leyes de prevención de la violencia de jóvenes y niñas, “todas me parecen malas, todas criminalizan el caso en vez de tratar de realmente manejarlo y que se trabaje, hablan como de criminales cuando
están hablando de salones de clase”.

Pese a las cifras que dio a conocer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre el bullying, derivadas de un estudio en 24 países y publicado en 2011, Nelia aseguró: “yo desconfiaría un poco de la metodología (de la OCDE) porque no es conocida entre nosotros que trabajamos en el medio, a qué hora, cómo y cuáles fueron los controles que hicieron para aplicar esa metodología”.

Para Wertman la solución está “primero en escucharnos, aquí no venimos a decir lo que tienes que hacer, sino vamos a escucharnos primero lo que nos está sucediendo. Un error que se comete, tristemente, es que quiere llegarse a imponer, cómo comportarse”, finalizó.

Aunque haga falta un estudio y análisis integral de esta situación en México, lo cierto es que los casos de violencia entre menores de edad ahora se observan con mayor frecuencia y toman como aliado a las redes sociales, mismas que también podrían generar mayores problemáticas.

GG