Charles Dickens, de los grandes de la literatura universal

 

Figura de la literatura universal, el novelista británico Charles Dickens nació hace 208 años en Portsmouth, Inglaterra. Debido a los problemas económicos de su familia, entró a trabajar en una fábrica de calzados, donde conoció las duras condiciones de vida de las clases humildes, situación que plasmó en gran parte de su obra.   De […]


Figura de la literatura universal, el novelista británico Charles Dickens nació hace 208 años en Portsmouth, Inglaterra. Debido a los problemas económicos de su familia, entró a trabajar en una fábrica de calzados, donde conoció las duras condiciones de vida de las clases humildes, situación que plasmó en gran parte de su obra.

 

De vocación autodidacta, el joven se empleó como pasante de abogado y comenzó a redactar crónicas de tribunales; luego obtuvo un puesto como periodista parlamentario, y bajo el seudónimo de “Boz” creó artículos basados en la vida cotidiana de Londres.

El éxito de esa serie de escritos (1836) le permitió al novelista casarse con Catherine Hogarth en ese mismo año, y tras esa experiencia publicó entre 1836 y 1837, Los papeles póstumos del Club Pickwick, así como los célebres Oliver Twist (1839) y Nicholas Nickleby (1838-1840).

En 1843 publicó Canción de Navidad, un clásico de la narrativa infantil, además de realizar actividades como la gestión de una compañía teatral que funcionó hasta la subida al trono de la reina Victoria, en 1851, y las lecturas de sus obras en Inglaterra y Estados Unidos.

En su obra, el autor combinó narración, humor, sentimiento trágico e ironía con una ácida crítica social y una aguda descripción de gentes y lugares, tanto reales como imaginarios, que lo llevaron al reconocimiento tanto del público como del gremio literario.

Dickens también realizó viajes por Italia, Suiza y Francia, además fundó el periodico Daily News, de corta existencia. Su etapa de madurez literaria llegó con Dombey e hijo (1848).

Entre su extenso legado destacan dos libros de viajes Notas americanas (1842) e Imágenes de Italia (1846), así como los títulos Casa desolada (1852-1853), Grandes esperanzas (1860-1861), Nuestro amigo común (1864-1865), Barnaby Rudge (1841), Martin Chuzzlewit (1843-1844), Tiempos difíciles (1854) e Historia de dos ciudades (1859).

Tras una vida familiar complicada, con 10 hijos, y relaciones extramatrimoniales, el destacado novelista murió el 9 de junio de 1870 y sus restos fueron sepultados en la abadía de Westminster.