Dispositivos afectan calidad de sueño en niños

 

Especialistas aseguran que no debe haber televisiones, computadoras y tabletas en las recámaras de los menores


En las recámaras de los niños no debe haber televisión, computadoras, tabletas y menos en la cama, recomienda Ulises Jiménez, director de la Clínica de Transtornos del Sueño en la UNAM.

El experto comenta que una de las consecuencias de que los niños no duerman bien es el despertar prematuro, dificultad para levantarse, cansacio, somnolencia bajo rendimiento escolar.

“Las horas adecuadas para dormir dependen de la edad: en niños de 5 años son de 13 a 14 horas; 10 años de 12 a 13 horas”, comentó Ulises Jiménez.

El uso excesivo de los aparatos electrónicos también puede producir alteraciones del ciclo sueño-vigilia, dificultades para la interacción social, trastornos en la alimentación y, en general, afectaciones a la salud física y mental, precisan los expertos.

Entre la población, el problema es que los dispositivos usualmente se ubican en el lugar más privado de los hogares: las recámaras. Incluso, en la cama nos estimulamos con esos aparatos y al querer dormir no nos es posible; cuando lo logramos se presentan despertares, y en la mañana hay cansancio, somnolencia y el horario de sueño se hace irregular.

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Leticia Verdugo Díaz, del Departamento de Fisiología, señala que cada año aumenta el uso de dispositivos digitales, y aunque los estudios no son concluyentes, en 2004 la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer estableció que los campos electromagnéticos de frecuencias extremadamente bajas tienen cierta posibilidad de ser cancerígenos.

Aunque la asociación destaca que la afectación en humanos es todavía limitada, lo mejor es tomar medidas razonables para reducir la exposición, como determinó la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Por ejemplo, en Francia se ha restringido la compra de celulares para los menores de 12 años; la recomendación en el “viejo continente” es hacerlo a los 18 años.

Según un estudio de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM (2015), la mayoría de los jóvenes universitarios usan televisión, teléfono móvil y computadora antes de dormir. Ellos reportaron problemas de insomnio y somnolencia. Otra investigación realizada en Noruega indica que los chicos presentan latencia al inicio del sueño (se tardan más en dormir) y deficiencia en el mismo.

Leticia Verdugo alerta sobre el riesgo de dormir menos de cinco horas diarias, porque en ese tiempo de descanso se llevan a cabo muchos procesos fisiológicos fundamentales, entre ellos, el crecimiento. Aurora Jaimes Medrano, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, refiere que el sueño también sirve para consolidar el aprendizaje y los procesos de memoria.

Cuando se tiene dificultad para dormir por el uso de dispositivos se presenta irritabilidad, intranquilidad e inquietud motora. La alteración del sueño se puede asociar, incluso, con sintomatología de depresión o ansiedad. Cuando hay uso excesivo de dispositivos y adicción a juegos, se presentan otras conductas, como las observadas en adicción a sustancias o al alcohol.

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Ante ese panorama, Ulises Jiménez Correa recomendó no sólo usar luz tenue en los dispositivos, sino apagar cualquier medio electrónico por lo menos una hora antes de ir a la cama. “Su uso continuo por más de cuatro horas afecta de manera directa el tiempo y calidad del sueño”, reiteró.

El tiempo de uso de los aparatos también debe ir a la par con la edad. Hay aplicaciones didácticas que pueden durar minutos, “pero lo más importante es el acompañamiento de un adulto; debe haber interacción con los padres”. Además, aseguró que restringir el uso de dispositivos durante la noche también puede incidir en otras conductas como el “sexting”, donde los adolescentes se toman fotografías desnudos o semidesnudos, hecho que según algunos estudios ocurre entre la media noche y las dos de la mañana.

FF