Fecalismo canino, amenaza de salud pública

 

En México se generan 696 toneladas de excremento al día, afirma la Facultad de Veterinaria de la UNAM


Fecalismo canino, amenaza de salud pública

En la actualidad tener o adquirir un perro debe ser una decisión consciente en beneficio de la familia y de la sociedad, ya que existe una falta de educación y de responsabilidad de sus dueños, quienes olvidan que los espacios públicos no son sanitarios para sus mascotas, lo que genera cinco toneladas diarias de heces caninas en la Ciudad de México.

Lo anterior lo señaló Carlos Esquivel, médico veterinario e investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien también indicó que los desechos de los canes, sobre todo los parásitos que llevan, logran llegar hasta los alimentos que se adquieren en la calle, convirtiéndose en alerta de salud pública.

“Imaginemos un animal que no está desparasitado y deposita un huevo en el excremento, se seca y se va a la atmósfera y puede provocar, a la mejor, una cuestión de parasitosis, y digo a la mejor, porque hasta el momento no tenemos una estadística real de cuántos pacientes hay por estas causas, pero el riesgo está.

“O también puede provocar conjuntivitis, y más en estas tolvaneras que nos afectan en la Ciudad de México, o pueden contaminar alimentos que expenden en la vía pública o pueden producir cuestiones alérgicas por partículas que están en el aire que respiramos, es decir, el riesgo existe”, explicó el médico.

En México se generan 696 toneladas de excremento al día, según cifras de la Facultad de Medicina Veterinaria, las que también son causa de daños ambientales severos que se suman a más factores de riesgo que se respiran en el aire, sobre todo, de la Ciudad de México.

“Las heces de los perros al aire libre tienen impactos en materia de contaminación ambiental, porque los perros y los gatos defecan en la vía pública. Un perro defeca por lo menos 300 gramos orina por lo menos medio litro, por ahí lo mismo el gato, con cifras menores, así que multiplicado por el número de perros hay que imaginar que esta materia fecal se seca por las condiciones ambientales y va a dar a la atmósfera, como un componente más de todo lo que ya de por sí, peligrosamente, respiramos”, señaló en entrevista Esquivel.

Explicó que, a pesar de que no existe un censo actualizado de los perros que habitan en la metrópoli, hasta el más reciente estudio de 2013, se dice que hay más de un millón de perros, y de esta cantidad, 10 por ciento vive en la calle.

“En 2013, una publicación que hace mención de las cifras oficiales de la autoridad sanitaria de la Ciudad de México, de la Secretaría de Salud, informaron que se contaba con un millón 200 mil perros con dueño y 10 por ciento en la calle, es decir, 120 mil perros, seguramente la cifra será mayor”.

Aseguró que, aunque existe la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, en la que se obliga a los propietarios recoger el excremento de sus perros, no hay operatividad en las leyes, debido al desconocimiento que las mismas autoridades tienen sobre ésta.

“En el Artículo 15, Fracción 16, se da por obligatorio que los propietarios recojan el excremento de los perros, pero no hay operatividad, porque se ven zonas de la Ciudad de México que son áreas de bombardeo de excremento de perro o de gato, entonces no lo estamos haciendo bien.

“Pero qué es lo que pasa aquí, la falta de educación y la falta de responsabilidad en la tenencia de animales es lo que ha generado esto”, concluyó Esquivel, no sin antes asegurar que se podrían llevar campañas a nivel nacional para crear conciencia en los habitantes antes de adquirir un perro, y las responsabilidades que existen alrededor de la mascota, en beneficio del propietario y de la sociedad en general.

Explicación

El fecalismo es cuando las heces quedan depositadas en el asfalto donde la degradación es mínima o tarda, pues no es un suelo de arcilla o de algún tipo de materia orgánica. Así, se seca y con el paso de los automóviles y de la gente se aerosoliza, esto quiere decir que se convierte en partículas más pequeñas que viajan en el aire.

A considerar

También en países como España han reconocido el problema del fecalismo canino como un asunto de salud pública de extrema gravedad, en el que es necesario presionar con mayor fuerza a la sociedad más allá de las recomendaciones verbales o las multas que rara vez se aplican, como en el caso de México.

En ciudades como Málaga se han puesto en marcha programas de análisis de ADN de las heces para multar a los dueños, pero esto sólo es posible con un registro puntual de quienes son dueños de las mascotas, algo que difícilmente se podría lograr en la Ciudad de México por sus dimensiones y contrastes; es así que los especialistas confían en el llamado a la conciencia social para tratar de disminuir el problema.

GG