Hallan nuevo caso de superbacteria

 

El microorganismo es resistente al antibiótico de último recurso


Hallan nuevo caso de superbacteria

Un reciente estudio, denominado “Sustancias antimicrobianas y quimioterapia”, descubrió bacterias resistentes al antibiótico colistina en un segundo paciente en Estados Unidos.

A pesar de ser rara, la resistencia a la colistina puede dejar a los proveedores de atención médica con pocas alternativas para combatir las infecciones bacterianas en los pacientes afectados, indicó la red de hospitales en la Unión Americana, Mayo Clinic.

Los científicos descubrieron en un segundo paciente bacterias con el gen mcr-1, al que se está conociendo como el “gen del supermicrobio”, y conduce a la resistencia a la colistina, uno de los antibióticos de último recurso.

A las bacterias se las puede conocer como “superbacterias” por varias razones, indicó la doctora Audrey Schuetz, médica y microbióloga clínica en el Departamento de Medicina de Laboratorio y Patología de Mayo Clinic.

“Una de ellas es la falta de alternativas antibióticas para tratar las infecciones derivadas de esos microbios. A medida que las bacterias se vuelven resistentes a más antibióticos, las opciones de tratamiento van reduciéndose”, explicó la especialista.

“La colistina se utiliza como un antibiótico de último recurso, porque en general es uno de los últimos antibióticos contra los que las bacterias desarrollan resistencia”, añadió.

Schuetz mencionó que los médicos recurren a este antibiótico cuando las bacterias muestran resistencia a otros medicamentos y no se les puede usar como tratamiento.

“Perder a la colistina como alternativa de tratamiento es preocupante debido a que, una vez que hay resistencia a ella, es posible que las alternativas terapéuticas para el paciente se reduzcan”, aseguró la doctora.

La especialista explicó que las causas de la resistencia bacteriana al antibiótico colistina es un proceso natural, pero en este ejemplo extremo de resistencia contribuyó la falta de concienciación sobre el uso excesivo de sustancias antimicrobianas en general, como la exposición a jabones y toallitas antimicrobianas.

Las compañías farmacéuticas están investigando la posibilidad de nuevos antimicrobianos que potencialmente sean capaces de tratar las infecciones debidas a las bacterias portadoras del gen mcr-1.

“El gen está presente en un elemento genético móvil llamado plásmido, el cual puede ser transportado entre las bacterias”, detalló la doctora.

“Los experimentos han demostrado que cuando el gen se transfiere desde una cepa resistente que porta el mcr-1, las bacterias que anteriormente eran susceptibles a la colistina pueden tornarse resistentes. Por lo tanto, existe la preocupación de encontrar más comúnmente a bacterias con este gen”, puntualizó.

Mencionó que se evalúan tratamientos alternativos para las infecciones ocasionadas por las bacterias portadoras del gen mcr-1 resistentes a la colistina, incluso, nuevos antibióticos y combinaciones de antibióticos anteriores.

“El tratamiento se personaliza alrededor de dichas infecciones, porque se toman las bacterias específicas del paciente y se prueba un conjunto de antibióticos contra todas y cada una de las bacterias de importancia clínica. Eso permite desarrollar un plan de tratamiento personalizado”, apuntó.

Para protegerse contra la resistencia a los antibióticos, los médicos recomiendan a los pacientes evitar su consumo innecesario y sólo utilizarse siguiendo las instrucciones del proveedor de atención médica.

Primer caso

Investigadores del Departamento de Defensa en Estados Unidos anunciaron que una mujer de Pennsylvania desarrolló la infección del tracto urinario (ITU) con bacterias que combatían el antibiótico de último recurso.

La cepa de la bacteria E-coli resistente al antibiótico de último recurso, fue detectada en una paciente de 49 años con infección urinaria en Pensilvania en abril pasado.

Hasta ahora, muchas bacterias han sido vulnerables a la colistina, incluso si habían sido capaces de sobrevivir a otros medicamentos.

Debido a que este tipo de resistencia puede propagarse fácilmente entre las bacterias, los hallazgos han hecho sonar la alarma entre los científicos sobre los temores de que las infecciones comunes pronto sean intratables.

Las bacterias han mostrado resistencia a la colistina en el pasado, pero esta vez es diferente: las formas anteriores de resistencia, al menos, debilitaban a los microbios, y los genes de resistencia se hallaban en parte del ADN que no era fácilmente compartido entre otras bacterias.

Pero en noviembre de 2015, investigadores británicos y chinos descubrieron que el mcr-1, un nuevo gen para la resistencia al antibiótico de último recurso, estaba circulando entre animales y en China y se alojaba en una pieza circular del ADN de la bacteria llamada plásmido.

Las bacterias que tienen este plásmido pueden compartir copias de esa pieza con otras bacterias cuando entran en contacto, lo que permite que la resistencia a la colistina se extienda amplia y rápidamente.

Debido a que en China la colistina se usa comúnmente en animales destinados al consumo, pero no en las personas, “la aparición del mcr-1 probablemente ocurrió a causa del abuso en la utilización de colistina en la producción de animales para alimentos, lo que es otro ejemplo de cómo el uso imprudente de los antimicrobianos vuelve para hacernos daño”, explica James Johnson, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Minnesota.

Riesgo

A pesar de ser rara, la resistencia a la colistina puede dejar a los proveedores de atención médica con pocas opciones para combatir las infecciones bacterianas en los pacientes afectados, indicó Mayo Clinic en un comunicado.

Posibles causas

La resistencia bacteriana es un proceso natural, pero en casos de resistencia ha ayudado la falta de conciencia sobre el uso excesivo de jabones y toallitas antimicrobianas en general.

EL CULPABLE

El gen mcr-1 en la bacteria es el que genera la resistencia a los antibióticos de último recurso. La secuenciación del genoma dice que una cepa de la bacteria Escherichia coli (E-coli) es portadora de 15 genes de resistencia a los antibióticos en dos plásmidos, que le hacen resistente a 20 antibióticos distintos.

¿Qué es un plásmido?

Son pequeños fragmentos de ADN independientes del cromosoma bacteriano que pueden transmitirse de una bacteria a otra. Muchos de ellos llevan genes de resistencia a los antibióticos. Por eso, estos plásmidos son responsables de que la resistencia a los antibióticos se vaya extendiendo entre las bacterias. Cuando está presente el antibiótico en el ambiente, las bacterias sin el plásmido mueren, mientras que las bacterias con el plásmido con los genes de resistencia al antibiótico siguen multiplicándose.

DE CUIDADO

El gran temor es que el gen mcr-1 vaya a terminar siendo adquirido por otras bacterias resistentes a múltiples fármacos, particularmente una clase conocida como Enterobacteriaceae. Estos microbios son resistentes a una clase de fármacos conocidos como carbapenémicos, que se reservan para tratar ciertas infecciones resistentes.

PRECAUCIÓN

Para protegerse contra la resistencia a los antibióticos, los médicos recomiendan a los pacientes evitar el consumo innecesario de antibióticos y utilizarlos sólo de acuerdo con las instrucciones del proveedor de atención médica.