Migración, enemiga de la educación infantil

 

Más de la mitad de los niños que no asisten a la escuela viven en África


Migración, enemiga de la educación infantil

La Convención de los Derechos del Niño reconoce que todos los infantes en el mundo tienen el derecho de asistir a la escuela y aprender, pero esto dista mucho de la realidad, sobre todo, por el fenómeno migratorio que se está dando en todo el orbe, a consecuencia de la guerra y los actos violentos, que están dejando a 75 millones de niños que viven en situación de refugio.

Sin embargo, desde 2011, cerca de 124 millones de niños, por diferentes circunstancias, quedan privados de oportunidades de ingresar en la escuela y finalizar su educación; entre ellos, 59 millones de niños en edad de cursar la primaria y 65 millones de adolescentes de secundaria, según cifras de 2013 del Fondo de la Infancia de las Naciones Unidas.

Más de la mitad de los niños en edad de cursar la primaria que están sin escuela viven en África, confirma Patricia Mar Velasco, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM en entrevista para CAPITAL MÉXICO.

“Aumentó el número de niños sin escuela en países desarrollados y eso se debe a la migración por la guerra. Mientras no se resuelva su situación siempre están en desventaja porque no se pueden mover, porque están en espera de que se resuelva su situación.

“Los primeros 10 países en el que los niños no asistien a la escuela están en África. Eritrea tiene 60 por ciento de su población infantil que no va a la escuela, después Guinea Ecuatorial, con 47, Nigeria 40, Níger 45, Burkina Faso 40 y Mali 34 por ciento”, informó la investigadora.

Expresó que son datos preocupantes, sobre todo porque las causas de este fenómeno educacional están provocadas por los conflictos bélicos, por la falta de tranquilad y pobreza en los que viven muchos países del mundo, lo que está provocando como resultado que los derechos de educación de millones de niños no se den.

“Esta situación mundial obliga a que se ponga énfasis en estos problemas, como la migración, de la que poco se habla.

“Los gobiernos realizan políticas públicas para mejorar la situación, pero con procedimientos muy lentos y difíciles, pero esto es un verdadero problema para las familias y los niños, por las condiciones en las que viven que son poco dignos para su adaptación y desarrollo en una sociedad que es nueva para ellos”, explica.

Señala que en México, la situación de pobreza, inseguridad y violencia dentro del núcleo familiar también son factores para que los niños no reciban la educación que se requiere. Las pruebas indican que la pobreza es a menudo la causa de un deficiente rendimiento escolar en los infantes.

Si continúan las tendencias actuales hasta 2030, la educación de mala calidad y los altos niveles de inequidad en el acceso a la escuela, dos factores que comprometen las perspectivas de empleo en el futuro de los jóvenes y el crecimiento económico de sus países, pueden también amenazar la estabilidad y la cohesión social de estos últimos.

Una educación equitativa y de buena calidad sirve para generar oportunidades y romper ciclos intergeneracionales de la inequidad: como promedio, cada año adicional de educación que recibe un niño aumenta sus ganancias en aproximadamente 10 por ciento cuando se convierte en adulto. Y por cada año adicional de escolarización de los jóvenes de un país, su tasa de pobreza se reduce en una media de nueve por ciento, es por ello que Mar Velasco asegura que se deben fortalecer las políticas públicas en los países.