Recorre Bullying pasillos universitarios

 

Expertos señalan que a nivel superior la información al respecto es nula


Recorre Bullying pasillos universitarios

Expertos en investigaciones sobre acoso escolar señalan que con más de tres millones de estudiantes en educación superior, en México existe un registro oculto sobre este tipo de casos en este nivel escolar.

Incluso, algunos cuestionan por qué aun con este universo de estudiantes en el país, no existen datos consistentes acerca de este tipo de violencia, y si hay, puede haber instancias que no quieren que éstas se difundan, para evitar un mal prestigio de sus planteles.

Además, advierten que el hecho de que el fenómeno esté más focalizado a nivel básico, no quiere decir que disminuya conforme pasan los grados académicos.

Edith Zúñiga, psicóloga y especialista en acoso escolar, aseguró que “particularmente en las escuelas privadas, lo que puede ocurrir, es que podrían ser menos atractivas para el público en general por cuestiones de bullying; es decir, entre más se sepa que hay fenómenos de acoso escolar en las escuelas es menos atractivo para los padres”.

Por su lado, la coordinadora del Programa Interinstitucional de Violencia Escolar de la UNAM, Nelia Tello, dijo que esto tiene como consecuencia “el débil estado de derecho que no alcanza a poner normas constitucionales, legales, aunado a que las instituciones educativas tampoco tienen un manejo de la normatividad consistente”.

Alertó sobre la diferencia entre lo que llaman acoso escolar, el bullying; y la comisión de un acto delictivo, como el homicidio, perpetrado por personas en edad adulta.

Lo que sí evidencian las cifras, es que hay grandes problemáticas en la juventud, pues de acuerdo con la organización civil Planeación Estratégica para la Prevención, menores de 29 años conforman 60 por ciento de la población de reclusos en el país y, muchos de ellos tienen penas mayores a 20 años. Tamb i é n a l e r t a que la primera causa de muerte de jóvenes entre los 15 y 29 años es el homicidio. De acuerdo con el Inegi, en México hay cerca de 30 millones de personas en este rango de edad.

El diagnóstico de los adolescentes que cometen delitos graves en México, documento presentado por Unicef, revela que sólo en 2014 hubo un total de 16 mil 885 adolescentes en todo el país, que fueron objeto de diversas medidas por haber cometido infracciones a las leyes penales. De ellos, 27 por ciento, es decir, 4 mil 558, fueron privados de su libertad por considerar que cometieron delitos graves.

Unicef concluye que “México debe construir una política de reinserción social para los adolescentes, puesto que lo que se halla en juego es la posibilidad de dotar a los jóvenes de herramientas que les permitan reincorporarse de manera sana y productiva a la sociedad.

Para Nelia Tello, precisamente ésta es la problemática de las instituciones educativas en el país: la expulsión de los alumnos que consideran problema y, con ello, la exclusión y el rechazo de una vida institucionalizada y con límites, por lo que pierden control institucional y empiezan a tener otro tipo de controles, judiciales o administrativos, pero fuera de una institución formativa”.

Las especialistas afirman que lo que sucede con los jóvenes, es forzosamente un reflejo de la violencia que hay en el país: “claro que va trascendiendo, porque se repite la misma situación que va generando más coraje, más frustración, más agresión, afirmó Tello.

Mientras que Zúñiga apuntó que “en general hay una actitud muy apática del adulto frente a los jóvenes; a veces se tiene la idea de que los jóvenes son violentos por naturaleza y eso no es cierto”.

Sin embargo, el lugar donde se tiene origen de todos y cada uno de los actos de los jóvenes, y que coincide con cualquier nivel educativo, es el hogar. Expertos apuntan que en más de la mitad de los jóvenes recluidos, de haber tenido límites y afecto de sus padres, seguramente no habrían pisado la cárcel.

El más reciente caso es el de Liliana Carolina Ricalde, estudiante que murió al caer de un tercer piso dentro de un campus de la Universidad del Valle de México (UVM).

Tal hecho podría formar parte de estos datos que se ocultan, en muchos casos, a toda costa; pero la situación será definida por las autoridades de procuración de justicia, dado que hasta el momento no se ha determinado la causa de su muerte; es decir, si fue accidental o un homicidio.